Lluís Puig desvela el 'plan b' del Govern para el 1-O. El exconsejero catalán de cultura fugado en Bélgica ha destapado que el Ejecutivo de Carles Puigdemont tenía otro lote de 10.000 urnas para garantizar la votación del referéndum ilegal.

En una fotografía que ha compartido Puig en sus redes sociales, se pueden ver unas urnas diferentes a las que finalmente se usaron en octubre de 2017 en los colegios electorales. La intención de la Generalitat era contar con otro lote por si la policía requisaba las primeras. 

Lluis Puig comparte la imagen de dos urnas con el escudo de la Generalitat / LLUIS PUIG

Lluis Puig comparte la imagen de dos urnas con el escudo de la Generalitat / LLUIS PUIG

 

De plástico y desmontadas

Tal y cómo se puede apreciar en la instantánea, las cajas para depositar votosa son de un plástico más flexible y llegaban desmontadas, lo que habría facilitado tanto enviarlas como ocultarlas. 

Estas urnas, cuya existencia a desvelado el exconseller, también contaban con un manual de instrucciones. Al igual que las que finalmente se usaron, tienen impreso en el centro el escudo de la Generalitat, y habrían llegado a Cataluña por una vía difernte, para garantizar que si se incautaban unas, no pasase lo mismo con la siguiente remesa. 

Un 'plan C'

Tras la publicación del exconsejero catalán fugado, el digital Vilaweb sostiene que el Govern también habría urdido un 'plan c' que incluía otra remesa de 10.000 urnas que tenían lista para hacer llegar a los puntos de votación.

Teniendo en cuanta estos datos, la Generalitat habría encargado un total de 30.000 para asegurar la celebración de la votación illegal.