El candidato a la alcaldía de Barcelona con el apoyo de Cs, Manuel Valls, irrumpió ayer viernes en el lujoso hotel Cotton House acompañado por tres mujeres para anunciar a la que ya es oficialmente su número dos, Mari Luz Guilarte.
El ex primer ministro francés ha realizado un cambio de guion sorpresa y se ha contradicho a sí mismo en apenas una semana. En la anterior rueda de prensa, en la que anunció el fichaje de Celestino Corbacho, adelantó que su número dos sería una mujer que respondería a un perfil "social" y que representaría una apuesta por combatir “las desigualdades”, la apuesta social de su plataforma.
Imposición de Cs
Sin embargo, la candidata presentada una semana más tarde tiene poco o nada que ver con el perfil “social” que anunció ocho días antes. Al ser preguntada por esta cuestión, Guilarte se remontó a su época universitaria para encontrar un nexo de unión con el campo de lo “social” que su currículum no refleja.
Por si había alguna duda de la imposición de Ciudadanos, Valls aseguró que “Barcelona no es cosa de partidos”, y que eso es lo que él quiere demostrar durante esta campaña. “A veces hay sectarismo en los partidos porque quieren presentar solo marcas, cuando Barcelona y los barceloneses necesitan proyectos”, sentenció el ex primer ministro francés, que mantiene firmes divergencias ideológicas con Albert Rivera.
Una desconocida de Cs
Sin embargo, sus planteamientos de una candidatura unitaria no han dado sus frutos hasta ahora, dados los malos resultados electorales que le auguran todas las encuestas. El partido que le respalda lo ha interpretado como una falta de la marca de Ciudadanos, lo que le aleja de su electorado natural.
Bajo este contexto se ha anunciado la colocación de la diputada Mari Luz Guilarte, que ocupaba el puesto número 14 de las listas de la formación naranja por Barcelona en las elecciones autonómicas de 2017. Por delante de ella figuraban otras mujeres de Ciudadanos que no se han integrado en la candidatura de Valls, como Lorena Roldán (número uno por Tarragona) o Sonia Sierra (cinco por Barcelona), que además han gozado de una mayor publicidad y promoción por parte del partido.
Perfil de Guilarte
Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, con especialidad en ciencias de la administración, la carrera profesional de Guilarte en el sector privado ha ido a caballo entre el mundo de las finanzas y el de las relaciones internacionales. De hecho, este último es el que despertó su interés durante su etapa universitaria, lo que le llevó a trabajar como becaria en la delegación de la Generalitat de la Unión Europea.
Su pasión por los idiomas desde pequeña –asegura dominar hasta cinco lenguas en su currículum— le abrió puertas profesionales en diferentes ciudades europeas, hasta afincarse durante unos años en Fráncfort. Allí trabajó para el Santander Direkt Bank –antigua filial alemana del Santander— y en Allianz Global Investors, puesto en el que permaneció hasta 2008. Los siguientes diez años los pasó trabajando como directiva en Esade, hasta dedicarse por primera vez a la política como diputada de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña en la presente legislatura.
Primer contacto con la política
Antes de estrenarse como representante de la Cámara catalana, Guilarte iba como número dos de Ciudadanos en las primeras elecciones municipales a las que se presentaba el partido en Barcelona en 2007. Sin embargo, su entrada en el consistorio se vio frustrada por los malos resultados electorales cosechados en aquella cita electoral, cuando la formación tenía escasamente un año de vida. Ahora volverá a repetir en la misma posición, aunque con muchos más números de salir elegida y sin las siglas de Ciudadanos, algo que precisamente su figura deberá reivindicar.
Guilarte explica a este medio que sus simpatías hacia la formación naranja nacen desde sus inicios, cuando se creó como plataforma cívica en 2005. De hecho, intentó asistir a la presentación del manifiesto ese año, aunque se quedó fuera por el exceso de aforo. Participó desde los inicios en la agrupación de Les Corts, barrio en el que reside en la actualidad.
Su implicación en aquel entonces y ahora viene motivada “para hacer frente al nacionalismo rancio que nos gobierna” y combatir el discurso “retrógrado y provinciano” que se vertía desde las instituciones hacia la sociedad. Pese a ser una cara desconocida, la número dos de Valls aporta la esencia inicial de Ciudadanos que había quedado oculta hasta ahora en la candidatura en la que participa su partido: Barcelona, capital europea.