Manuel Valls está preocupado. Mantiene reuniones con diferentes interlocutores, socialistas cercanos al Gobierno de Pedro Sánchez, empresarios y la dirección de Ciudadanos. En Madrid le reciben con entusiasmo. En Barcelona las cosas se complican. Sus opciones para ser alcalde de Barcelona pasan, como él mismo admite, porque las derechas no sumen tras las elecciones generales, y que todo quede abierto hasta después de las municipales y autonómicas del 26 de mayo.
Las elecciones generales le abren una oportunidad, si Ciudadanos le permite actuar en la campaña electoral. Sería una palanca para su candidatura en Barcelona. ¿Pero qué campaña? ¿Contra los socialistas? Eso no lo quiere Manuel Valls, crítico con Pedro Sánchez, pero partidario de mantener los puentes abiertos con el PSOE. Por ello, el equipo de Valls, y él mismo, entienden que es mejor una estrategia con proyectos concretos de ciudad, y así lo mostrará en las próximas semanas, con la idea de centrar su campaña en Barcelona.
La disputa en Nou Barris
Para ello, este mismo viernes comenzará a mostrar sus cartas. Como número dos en su candidatura tendrá a una activista social de Nou Barris, con la voluntad de incidir en un distrito que él considera clave para salir a ganar las elecciones. El objetivo es arañar votos a los socialistas y a Barcelona en Comú. Y la gran incógnita que quiere despejar Valls se cierne sobre Ciudadanos. ¿Se pueden trasladar los números del 21D en Barcelona y en distritos como Nou Barris?
En las elecciones autonómicas del 21D, Ciudadanos ganó en siete distritos de Barcelona, entre ellos Nou Barris. Ganó en los barrios más populares y en los más acomodados. En ese distrito concreto, el que quiere pelear Valls para que sirva de acicate, Ciudadanos obtuvo 28.474 votos. Fue el primer partido.
Por debajo del PSC y los 'comuns'
Pero en las municipales de 2015, quedó en tercera posición, con 8.474 votos, por debajo de los 10.822 del PSC y los 22.466 votos de Barcelona en Comú. ¿A qué debe atenerse Valls, teniendo en cuenta que las elecciones autonómicas tuvieron un carácter especial, dominadas por el sí o no al proyecto independentista? Ese es el debate, que le hará incidir más en la cuestión nacional o en la batalla por los proyectos de ciudad, en función de su respuesta.
Valls ha fichado al exministro del PSOE, y excalde de L’Hospitalet, Celestino Corbacho para conectar con esa parte del electorado, pero no tiene ninguna garantía de que pueda funcionar. Lo que desea, en todo caso, es no romper ninguna relación con los socialistas, y por ello ha mostrado su “gran preocupación” por los pasos de Albert Rivera y la posibilidad de que Ciudadanos pueda formar un gobierno con el PP y con el apoyo de Vox. Por ello ha buscado apoyos en distintas reuniones, en Madrid y en Barcelona, en domicilios particulares, para conocer con qué margen de maniobra puede contar.
Eva Parera figurará en las listas de Valls
Valls asume sus límites
Y sólo tiene una posibilidad, después de “aceptar y entender” la decisión de Albert Rivera de vetar un acuerdo con Pedro Sánchez y el PSOE: que no sumen, que todo quede abierto hasta las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. Será en ese momento, con los números en la mano, de todas las convocatorias electorales, cuando Valls tendrá alguna opción para ser alcalde de Barcelona.
Él lo sabe y lo asume. Y, como ya no está en su mano cambiar la política de Ciudadanos –y por ello ha quedado esposado a la marca naranja— lo que pretende ahora es ofrecer propuestas concretas, una a una y con un equipo que pueda tener fuerza propia.
Parera y Nebrera
Junto a esos fichajes, Valls contará, previsiblemente, con Montserrat Nebrera, exdiputada y exdirigente del PP, que se ha acercado en los últimos meses a Lliures, el partido catalanista que dirige Antoni Fernández Teixidó. Nebrera, con una fuerte personalidad y criterio político, será una voz propia en esa candidatura.
También se incorporará Eva Parera, como número cuatro, que ejercerá de portavoz de la plataforma de Manuel Valls, Barcelona Capital Europea. Parera, de Units per Avançar, exsenadora de Unió Democràtica, y miembro del CAC, representa también esa voz catalanista que Valls reclama para que su candidatura cobre un carácter transversal.