Enric Millo, el exdelegado del Gobierno en Cataluña, ha decidido responder cada una de las acusaciones que vierte el independentismo contra su persona. Su declaración en el juicio sobre la causa del 1-O, en la que consideraba que había habido actos violentos durante el proceso, --la pintada Millo, muerte, que acabó limpiando su hija-- ha provocado un auténtico alud de críticas e insultos. Lejos de situarse a un lado, Millo mantiene que “decir siempre la verdad es el mejor camino para defender la democracia y la libertad”.
¿Qué le ha pasado al exdelegado del Gobierno, y exdirigente de un partido histórico del catalanismo como Unió Democràtica? Amigos personales señalan que en los últimos meses ha ido acumulando desaires e insultos de muchas personas que él creía “razonables”. Y que ha sufrido experiencias complicadas para él y su propia familia, además de verse en tesituras humillantes, como ser “invitado” a abandonar un restaurante por no ser “bienvenido”.
De cara frente al independentismo
Millo considera que ha sido el independentismo el que ha traspasado todas las líneas rojas. Lo comprobó con sus muchas reuniones con los dirigentes independentistas, y con el propio expresidente Carles Puigdemont, a quien “lo único que le interesaba era el referéndum”. Por ello, decidió en el juicio explicar toda su versión de los hechos, sin inmutarse, con aplomo, tanto frente a las peticiones de la Fiscalía, como ante los abogados de la defensa.
Este jueves estuvo atento a las redes sociales, que se han convertido en un monopolio del independentismo. De hecho, el movimiento ha bebido y ha crecido a partir de esas redes sociales, donde se descarga una gran irracionalidad.
Enric Millo, en su declaración en el Supremo
Gerard Piqué, el alfil del independentismo
Recibió Millo los ataques del futbolista Gerard Piqué, que se ha convertido en un alfil del independentismo, y que usa la potencia de sus altavoces para la causa. Millo difundió un vídeo de Jordi Cuixart, en el que, delante del departamento de Economía, el 20 de septiembre, señalaba que la comisión judicial que registraba el interior del departamento saldría cuando ellos lo consideraran. Òmnium Cultural, la entidad que preside Cuixart, difundió de inmediato el mismo vídeo, más largo, en el que Cuixart también pide que se deje salir a la misma comisión, “en serio, en serio”, al comprobar que nadie está dispuesto a despejar las inmediaciones del departamento.
Ante eso, y utilizando la misma expresión que usó Millo, “para vuestro conocimiento”, Gerard Piqué replicó: “Para nuestro conocimiento, Enric Millo, tu sí que mientes y manipulas los vídeos”. Y Millo no se amilanó: “No difames mi nombre, hombre, Gerard Piqué, yo no te he insultado nunca, respeto su forma de pensar. Demuestras ahora intransigencia con quien piensa diferente que tú, con voluntad de generar odio en contra mía. Decir la verdad es el mejor camino para defender la libertad”, insistió Millo.
La "irresponsabilidad" de Cuixart
También aprovechó la ocasión la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la periodista Pilar Rahola. Millo, ya dispuesto a no dejar pasar ni una, iba defendiendo las declaraciones de otros testigos en el juicio, que se escucharon este jueves, como Ángel Gozalo, máximo responsable de la Guardia Civil en Cataluña durante el 1-O. “Escuchando por Televisión el impecable testimonio ante el Supremo del General Gozalo de la Guardia Civil, me vienen muchos recuerdos a la memoria…sólo la verdad permite defender la verdad”.
Con ese latiguillo, Millo mantuvo duelos dialécticos con todos sus críticos. El hecho es que el exdelegado del Gobierno, que había iniciado, como el hombre de la exvicepresidenta Sáenz de Santamaría en Cataluña, la llamada “Operación Diálogo”, con el Gobierno catalán, es ahora el centro de todas las pullas e insultos del independentismo.
¿Se ha iniciado un proceso de acoso? Millo, en cualquier caso, ha decidido hacer frente a sus supuestos acosadores. Y, tras toda la polémica sobre el vídeo de Cuixart, insistió: “La irresponsabilidad de convocar una multitudinaria concentración contra la acción de una comitiva judicial comporta un enorme riesgo. El vídeo completo demuestra que el fragmento es cierto, ‘saldrán cuando nosotros lo digamos’, y que al ‘decidir’ que ya podían salir, el control estaba perdido”.