“Informé [al Govern] de que habría una gran movilización, de que habría llamadas para ir a los colegios, de que sería una participación muy cuantiosa. Y del hecho de que, aunque se estaba convocando a la ciudadanía para que se comporte de forma pacífica y sin violencia, esto no quita que, cuando la fuerza fuese a actuar, esa actitud pasiva se pudiera transformar en activa”. Quien así lo ha manifestado ante los magistrados del Tribunal Supremo que juzgan el 1-O no es responsable de la Guardia Civil ni de la Policía Nacional, sino el que fuese jefe de la Comisaría de Información de los Mossos d'Esquadra durante la celebración del referéndum del 1-O, Manuel Castellví.
El testimonio del comisario de la policía autonómica ha puesto contra las cuerdas la estrategia soberanista y el papel de los Mossos al frente de la jornada clave del procés en una semana judicialmente negra para el independentismo. Según ha subrayado este jueves en una comparecencia que ha arrancado con visos de no arrojar datos suficientemente esclarecedores sobre la actuación del cuerpo policial, el oficial estuvo presente en una reunión, en el Palau de la Generalitat, junto al entonces presidente Carles Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras y el consejero de Interior Joaquim Forn, a quienes advirtió de que, aunque los llamamientos a la consulta eran “pacíficos”, había “un clima que podía acabar en una escalada de violencia”.
Puigdemont: "hay un mandato del pueblo"
Castellví lo ha recordado de este modo a preguntas del fiscal Javier Zaragoza durante una declaración cuya intensidad ha ido in crescendo cuando ha señalado que su intención al acudir a ese encuentro pasaba por trasladar al Govern “la grave preocupación que había en el ámbito de la seguridad ciudadana y del orden público", pese a lo cual la Generalitat continuó adelante con sus pretensiones de celebrar el referéndum.
Según ha apuntado, Puigdemont “entendía cuál era nuestra posición” pero, aún así, le trasladó que “efectivamente el Govern tenía intención de sacar adelante el referéndum. Con ese espíritu”. “Se ponía en nuestro lugar pero alegó que había un mandato del pueblo y una decisión del Govern de llevarlo a cabo. Salí frustrado”, ha confesado el responsable de los Mossos, quien asistió a la reunión junto a otros mandos del cuerpo.
Informe de riesgos
Castellví ha concretado que los avisos sobre los posibles episodios de violencia habían sido plasmados en un informe de riesgos que solicitó al área de análisis de los Mossos. No obstante, ha restado importancia al hecho de haber requerido este documento: “se actuó como se hace con cualquier otro evento de una cierta importancia. Los analistas realizaron una proyección de lo que podría suceder desde diferentes ámbitos, del soberanista, del independentista, de la extrema derecha...”. Pese a las intenciones del Ejecutivo catalán, ha aseverado, “dejamos claro que acataríamos el auto en el que se prohibía el referéndum”. “A partir de ahí, la reunión finalizó”.