El asedio independentista contra Enric Millo por su testimonio en el juicio del procés cuenta con la comprensión y el tácito beneplácito de Carles Puigdemont. El expresidente de la Generalitat se ha sumado en las últimas horas a la campaña de desprestigio contra el exdelegado del Gobierno en Cataluña, al que ha criticado por quejarse del aluvión de reproches e insultos que está recibiendo en las últimas horas a través de los medios y las redes sociales.
Puigdemont no sólo ha quitado hierro a los improperios e incluso amenazas que está recibiendo Millo, sino que incluso le afea que se queje. Y lo hace en su tono agresivo y agrio habitual, comparando su acoso con la situación personal que él vive en Waterloo.
"El PP me insulta"
"Cada día recibo insultos y amenazas, también de muerte. Algunos insultos llegan directamente del PP y de miembros de Jusapol (policías, por cierto). ¿A quién tengo que hacer responsable de generar tanto odio contra mí, y de recibir tantas amenazas, Enric Millo? ¿O a mí ya me está bien que me pase?", se pregunta Puigdemont en su perfil de Twitter.
"Enfermizo deseo de notoriedad"
En la misma línea, el prófugo ha insistido en quitar hierro a la amarga experiencia que está viviendo la exsecretaria judicial del 20S, Montserrat del Toro, por el mismo motivo que Millo. Y lo ha hecho haciéndose eco de un hilo del exdiputado de ERC Josep Huguet, que llega a acusarla de tener "un enfermizo deseo de notoriedad" y de "falso testimonio".
Puigdemont califica la perorata de Huguet como "una argumentación muy interesante", y recuerda, sin especificar cuándo ni por parte de quién, "el 'recibimiento' que tuvo el consejero Quim Forn y su familia en el aeropuerto de El Prat, amenazado, insultado y asediado. No le cantaron el 'Virolai', precisamente.
"Ejército 'hooligan-zombi'"
Millo se ha quejado en las últimas horas del acoso que está recibiendo por parte de lo que define como "el ejército 'hooligan-zombi' del separatismo más fanático" --en alusión a los improperios de la colaboradora de TV3 Pilar Rahola--, y ha subrayado lo siguiente: "Para algunos personajes cobardes y tramposos, el insulto y la amenaza contra los que piensan diferente se convierten en el único instrumento para defender sus ideas. Resulta patético y deleznable".
El exdelegado del Gobierno, por otra parte, también está recibiendo críticas por su versión sobre la concentración ante la Consejería de Justicia del 20S de 2017, a la cual se han referido en las últimas horas desde el futbolista Gerard Piqué hasta la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.