Josep Antoni Duran Lleida carga con fuerza contra sus antiguos socios de coalición. El que fue candidato de CiU al Congreso de los Diputados ha afirmado en su libro El riesgo de la verdad que el coste de encumbrar a Artur Mas como candidato a la presidencia de la Generalitat fue una de las razones que llevaron a la liquidación de Unió en 2016.
El líder democristiano pone como foco la precampaña de Mas para las elecciones autonómicas de 2003. El político explica que "cuando se presentó por primera vez se gastó todo lo que no teníamos y más". Duran apunta contra David Madí e insinúa que "como jefe de campaña no debió poner muchos límites". Ese endeudamiento y toda la situación posterior provocó que Unió tuviera que pedir un crédito por "la jugada" de CDC.
Ni un céntimo
El antiguo líder de Unió explica que el entonces tesorero de CDC, Daniel Osácar, "había estado recibiendo instrucciones de Germà Gordó" para "firmar con sus poderes un Crédito con La Caixa para pagar la precampaña". Duran Lleida se queja que nadie se lo comunicó a UDC, a pesar del uso de la subvención global de CiU donde se incluía la parte de la extinta formación.
Duran denuncia que a lo largo de esos años no recibieron "ni un céntimo". De hecho, desde las filas convergentes se alegaba que CiU la deuda contraída con la La Caixa dejaban como prenda "14.700.000 euros de las subvenciones con un vencimiento de cinco años". Además, explica que desde 2007 a 2012 los democristianos dejaron de "recibir la subvención del Parlament" que les correspondía "por número de escaños".
Pérdida de representación
Duran Lleida cree que si UDC hubiera mantenido sus espacios de representación en el Parlament hubiera podido "corregir sus finanzas". No obstante, la ruptura de CiU en 2015 con la consecuente pérdida de militancia, cargos públicos y no conseguir ninguna representación electoral llevó al partido a su declive.
El exdiputado en el Congreso reconoce que "Unió tenía una deuda exagerada" y reitera que se siente "responsable". Tras la pérdida de su escaño en 2015, Duran explica que Ramon Espadaler le pidió "con mucho afecto" que renunciara a la presidencia de la entonces herida formación democristiana. Unió inició su liquidación en 2016, tras enterarse de este suceso se encerró en su hotel –en Filadelfia– "triste y llorando".