Iñigo Urkullu confirma que medió en la crisis catalana. En su declaración como testigo ante el Tribunal Supremo este jueves, el lehendakari ha explicado su labor de mediación entre el Ejecutivo central y la Generalitat durante el verano de 2017, antes de que se celebrase el referéndum del 1-O.

El mandatario vasco ha desvelado que se reunió en Moncloa con el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el 19 de julio, y que después mantuvieron diversas conversaciones telefónicas. 

Puigdemont

Una labor que el del PNV comenzó una vez el expresident Carles Puigdemont le manifestó que las relaciones entre Generalitat y Ejecutivo central eran de "bloqueo absoluto". Aunque Rajoy negó ayer, durante su testimonio, que el vasco actuase como mediador --"No, a mi nadie me pidió intermediar", contestó a preguntas del letrado Jordi Pina--, Urkullu ha desvelado hoy que actuó de "enlace" entre ambos gobiernos, eso sí, ha dejado claro que el popular siempre fue "renuente" a dar cualquier paso "que pudiera interpretarse como una negociación que traspasara los límites de la Constitución".

Una afirmación que desmiente lo expresado por Rajoy ayer ante el Supremo. "No hubo ningún mediador de nada porque mis posiciones y las de los otros estaban claras. A mi me llamó mucha gente, tiene que entender que es muy difícil recordar si hablé personalmente, por teléfono o con mensajes", subrayó el expresidente este miércoles. 

"Se le estaban rebelando"

Según Urkullu, a raíz de sus gestiones se alcanzó un "acuerdo" --la madrugada del 25 al 26 de septiembre-- para que el Govern convocara elecciones autonómicas y evitara así sacar adelante la DUI, pero poco después el propio Puigdemont le comunicaba que no habría comicios. El motivo, fue que los manifestantes se le estaban "rebelando" ante el Palau de la Generalitat y la "presión" de su grupo parlamentario, ha manifestado el vasco.



Durante el proceso de intermediación, el lehendakari cree que el expresidente de la Generalitat  "en modo alguno tenía deseo de proceder a la DUI", y que así lo hizo constar cuando la dejó en suspenso durante el pleno de la Cámara catalana el 10 de octubre. 

155

También transmitió al líder independentista su "intuición" de que el Gobierno no "era muy dado" a aplicar el artículo 155 en Cataluña. "Puigdemont me requería alguna garantía y le dije que no podía ofrecer garantías, solo una intuición", ha explicado Urkullu.

La mañana del 26 de octubre, el --entonces-- president se debatía entre avanzar comicios o declara la independencia. Cuando el lehendakari comunicó a Puigdemont que no podía ofrecerle ninguna certeza sobre el proceder de Rajoy, fue cuando el acuerdo se fustró.

Actitud de Rajoy

El político del PNV ha manifestado que la actitud de Rajoy era "de atención y respuesta" aunque "no satisfactoria en algunos casos". De hecho, sostiene que "no era una actitud proactiva de intentar encauzar la situación".