Eloi Badia pasa de las tediosas reuniones funerarias. El concejal de Presidencia y cerebro del fallido operador público, que la oposición tumbó ayer por cuarta vez, ha asistido a cuatro de los trece consejos de administración de Serveis Funeraris de Barcelona (Sfb), la empresa mixta, entre 2016 y 2019.
Pese al compromiso inquebrantable que quiere transmitir Badia desde su cuenta de Twitter con la rebaja de precios de los entierros en la Ciudad Condal, lo cierto es que no ha hecho mucho para conseguirlos. Al menos, con las herramientas de las que dispone. Ha asistido a solo el 30% de las sesiones del órgano de gobierno de Sfb desde 2016. Lo que es más: nunca ha hecho propuesta alguna en las reuniones.
Un consejo de cuatro en 2018
Según los datos a los que ha podido acceder este medio, el electo de Barcelona en Comú (BComú) se dejó ver en solo una sesión del consejo de administración en 2018, pese a que se celebraron cuatro. En 2017 mejoró ese registro, firmando el 50% de las actas: dos de cuatro. Un año antes, en 2016, volvió a pinchar, delegando una de las dos sillas del órgano de gobierno de Sfb que tiene el ayuntamiento en tres de cuatro ocasiones.
Finalmente, este ejercicio 2019, se ha celebrado un consejo de administración en Serveis Funeraris, sin que Badia tampoco asistiera. Todo ello pese a que este ejercicio y el anterior BComú redobló la presión para recortar los precios de los sepelios en la capital catalana.
Beligerante en el pleno y en Twitter
La poca disponibilidad de Eloi Badia para representar al accionista minoritario en Serveis Funeraris de Barcelona (Sfb), participada por un 15% en el ayuntamiento y en un 85% por Grupo Mémora, contrasta con su ahínco en defender a la ciudadanía contra los supuestos "abusos" cometidos por esta empresa. Anunció el martes, un día antes de presentar su proyecto de funeraria exprés en el pleno municipal, una auditoría de Sfb por "presuntas irregularidades en la facturación".
Las pesquisas se iniciaron por dos presuntos casos de mala praxis sobre cerca de 4.000 casos en dos meses distintos. Los trasladó a los servicios de consumo la Síndica de Barcelona, que apoyó el operador 100% público hasta que asumió de nuevo un papel neutral ante las críticas de la plantilla de la empresa mixta por su "partidismo". En paralelo, Badia ha iniciado una ofensiva en toda regla contra Sfb y la oposición --por tumbar su propuesta política-- en Twitter.