Perdro Sánchez ha visitado dos ilustres y republicanas tumbas: la del poeta Antonio Machado y la del presidente de la Segunda República Manuel Azaña. El acto ha homenajeado a las víctimas del franquismo, sobre todo a aquellas que tuvieron que huir por la represión tras la finalización de la Guerra Civil. Lo que parecía una celebración tranquila ha incendiado las calles de Cotlliure (Francia), puesto que una manifestación independentista ha intentado acercarse al cementerio para increpar al presidente, aunque la policía francesa ha impedido que se acercaran al recinto.
Los manifestantes gritaban consignas a favor de la libertad de los presos encarcelados y de los políticos que huyeron a Bélgica tras el 155. La mayoría llevaban carteles con los eslóganes habituales o fotografías con la cara de los miembros del anterior Govern que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo. También, se han escuchado gritos de "fascistas" contra el conjunto de personas que acompañaban a la comitiva: republicanos españoles y descendientes de los mismos que en algunos casos llevaban la insignia tricolor.
Campo de refugiados
Sánchez ha pronunciado su discurso en la playa de Argelers, donde se encontraba el campo de concentración de refugiados españoles tras la Guerra Civil. El presidente ha insistido en que las visitas y los homenajes son una manera de "pedir perdón" en nombre de España a los que sufrieron exilio como Azaña o Machado, a quienes ha destacado como ejemplo del sufrimiento.
El presidente del Gobierno ha aprovechado para recordar que en Europa "no cabe pensar que el antisemitismo, la homofobia, la xenofobia y el nacionalismo excluyente son pequeños vientos sin importancia que se apagarán solos".