Hasta el último momento Inés Arrimadas no tomará una decisión. Ciudadanos quiere esperar, pero la intención es lograr un gran apoyo electoral, que le sitúe a las puertas de la Moncloa, por delante del PP, liderando un bloque de derechas que deje al PSOE en la oposición. Y para ello la ascendencia de Albert Rivera ya no es suficiente. Desgastado, criticado por sus últimos pasos, la pieza que puede actuar de revulsivo es Inés Arrimadas. Sin embargo, si Arrimadas se va a Madrid, como diputada en el Congreso, dejaría el parido en Cataluña en una situación difícil, con el peligro de no conservar esa posición privilegiada, aunque estéril por ahora, de ser el partido más votado y la fuerza política principal de la oposición.
“No se descarta nada, habrá que esperar”, señalan fuentes del partido, aunque oficialmente se insiste en que Arrimadas seguirá en Barcelona. El problema es que Ciudadanos --o tal vez su ventaja-- no es un partido al uso. Nunca lo fue. Y los resultados pueden llegar, al margen del peso territorial del partido. Es un partido crecido al calor de los medios de comunicación, con un líder omnipresente, y el ojo de ese mismo líder, Albert Rivera, para haber promocionado a una joven Inés Arrimadas que, en los dos últimos años, ha crecido como dirigente y que tiene ideas propias, con una ambición clara para que Ciudadanos se instale en el terreno de las propuestas y comience a ensanchar su espacio, más allá de su posición netamente antiindependentista. Rivera la necesita en Madrid y por eso la reclama. Pero al mismo tiempo, y esa es la paradoja, teme que las cosas cambien con ella en el Congreso.
¿Un Gobierno con el PSOE?
Las características de Cs implican que Arrimadas pueda ser la referencia de Ciudadanos en Cataluña, aunque ejerza de diputada del partido en Madrid, sea como número dos por la capital española, o como cabeza de cartel por Barcelona, dado que Juan Carlos Girauta, que lo fue en las elecciones de 2016, será candidato por Toledo, ciudad en la que residirá.
Albert Rivera e Inés Arrimadas, en una ejecutiva de Cs
¿Pero llevará esa nueva posición de Arrimadas a algo más? En determinados círculos políticos y económicos en Madrid se indica una cuestión que puede ser determinante y que se rechaza por parte de los dirigentes de Ciudadanos. Si el PSOE gana las elecciones y puede formar una mayoría con el partido naranja, ¿puede ser Albert Rivera el elemento que lo impida? ¿Es Arrimadas la dirigente que puede favorecer, en cambio, una coalición de gobierno? Fuentes empresariales señalan que Arrimadas se puede mover bien en esos escenarios de poder de la capital. Y que quiere jugar en primera división, dado que en Barcelona el bloqueo institucional es total, y el independentismo lo abarca todo, llegando a una conclusión frustrante: "se puede y se debe combatir el independentismo", pero no hay grietas para poder conseguir una mayoría alternativa que lo deje en la oposición.
Visita a Waterloo
En esa misma tesitura está el PP catalán, muy tocado electoralmente, aunque con expectativas, a partir del nuevo liderazgo de Pablo Casado, y el propio PSC, con Miquel Iceta, anque con un proyecto político menos frontal, que busca el diálogo, en línea con el PSOE de Pedro Sánchez.
Sin embargo, sin Arrimadas y su poder mediático, la capacidad de Ciudadanos se reduciría en Cataluña. Este domingo protagonizará, precisamente, un acto del partido en Waterloo, con la intención de hacerle ver al expresidente Carles Puigdemont que “la república catalana no existe”. Se trata de un nuevo movimiento de agitación de Ciudadanos, que el pasado fin de semana ya organizó en Amer, el pueblo natal de Puigdemont en la provincia de Girona.
Inés Arrimadas, en Amer, el pueblo de Puigdemont
Roldán o Carrizosa
Arrimadas, sin embargo, ha ido cuidando su imagen. Y, con el argumento de que perdió el avión, la cuestión es que no estuvo presente en la concentración en contra del presidente Pedro Sánchez en plaza Colón de Madrid de hace dos semanas. No se fotografió junto a Pablo Casado, líder del PP, y Santiago Abascal, el líder de Vox, cosa que sí hizo, aunque a regañadientes, Albert Rivera. Y eso la favorece para acercarse a los socialistas. Es el único pacto que puede garantizar "estabilidad", aseguran las mismas fuentes.
Si Arrimadas da el paso, Ciudadanos podría quedar en Cataluña en manos de Lorena Roldán o de Carlos Carrizosa. Y pelear los votos como siempre ha hecho Ciudadanos: a través de los medios y de unos pocos rostros presentes en todos los carteles y televisiones, de Albert Rivera y de… Inés Arrimadas.