Hay palabras que forman parte del imaginario colectivo y, aunque no son utilizadas en su significado real, han logrado hacerse un hueco en la agenda política. Palabras o expresiones como “Derecho a decidir” o “patria” sirven para crear una idea política en base a unos intereses partidistas, mientras que “facha”, “feminazis” o “unionista” pueden servir para estigmatizar a distintos colectivos.
Este relato que se impone no es exclusivo de España. Todos los países cuentan con una serie de conceptos con intencionalidad política. Y puede ser más preocupante cuando sucede en países donde no hay democracia. Esto es lo que opina Lorena Arraiz, consultora en estrategias políticas y que ha estudiado la situación de Venezuela.
El lenguaje de Chávez sigue vivo
Uno de los grandes logros del exdictador de Venezuela Hugo Chávez es que su lenguaje permanece vivo, explica Arraiz en su conferencia titulada Un lenguaje para la democracia en la Cumbre Mundial de Comunicación Política. “La oposición de Venezuela utiliza el lenguage creado por Chávez. Un ejemplo es que se siguen llamando 'oposición' cuando están en el gobierno de transición”, relata.
La forma de lograr un cambio político es cambiar el lenguaje. Es lo que Arraiz bautiza como “un lenguaje para la transformación”: “El cambio de lenguaje, produce un cambio en el pensamiento, y eso produce un cambio en la acción política, que genera un cambio político”.
Propaganda política
Todo este nuevo vocabulario acuñado en su momento por Chávez, y que sigue apuntalando su sucesor, Nicolás Maduro, forma parte de la “propaganda política”. Y, junto a la palabra, viene el renombre de la Constitución --con Chávez pasó a llamarse Constitución de la Revolución Bolivariana de Venezula-- y la apropiación de los símbolos.
Cuando el comandante Hugo Chávez juró su cargo como presidente de la República de Venezuela el 2 de febrero de 1999 habló de la “moribunda Constitución”. Fue una estrategia para descalificarla y asó, posteriormente, por sustituirla por otra.
Además de la Ley Fundamental, la Venezuela de Chávez y Maduro ha cambiado el escudo nacional, la bandera (de 7 a 8 estrellas), han nombrado un Ministerio del Poder Popular e incluso se han apropiado del color rojo. “Los conceptos dejan de significar lo que pone el diccionario y responden a un adoctrinamiento lingüístico”. ¿Cómo combatirlo? Según la experta hay que crear un “nuevo escenario lingüístico”.