El 155 suspende entre más de la mitad de los ciudadanos de Cataluña. Un 56,1% de los catalanes consideran que la aplicación de este artículo de la Constitución fue negativa, y solo un 15,1% avalan la aplicación de este mecanismo legal que llevó a cabo el gobierno de Mariano Rajoy en octubre de 2017. Así lo reflejan los datos del último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat.

La mayoría de respuestas evidencian que el 155 afectó muy negativamente, según 31,9% de los encuestados. Por el otro lado, un 4,3% de los encuestados respondió que la suspensión de la autonomía fue positiva para Cataluña, frente al menos del 2% que lo valora muy positivamente.

Un impacto negativo

Entre los electores, 4 de cada 10 votantes del PSC (41,3%) tienen un mal recuerdo de la suspensión autonómica, frente al  34,4% de Cs y al 25% del PP. La cifra se dispara entre las fuerzas independentistas, puesto que 9 de cada 10 votantes de JxCat (88,5%), ERC (90,8%) y la CUP (91,7%) afirmaron que el 155 tuvo un impacto negativo en Cataluña.

En cuanto a la embergadura del impacto del 155, la mayoría de votantes respondió que fue muy grande (27,1%). De hecho, estos forman parte del 66,5% de los encuestados que contestaron que las consecuencias de la aplicación de este artículo de la Constitución ha tenido una repercusión notable en Cataluña. Por otro lado, solo un 11,3% creen que impactó poco o nada.

Situación injusta de los presos

Esta encuesta revela más datos interesantes. Más de dos tercios de los ciudadanos de Cataluña (un 70,3%) creen que la situación de los políticos encarcelados es injusta, frente al 17,5% que sí que cree que lo es. Un 7,5% no lo sabe y un 4,7% no contesta. El rechazo a la situación de estas personas va más allá de los denominados ‘bloques’, que dividen a los secesionistas y a los constitucionalistas.

De hecho, más de la mitad de los votantes socialistas (64%) creen injusta la situación que viven los políticos encarcelados. La cifra se dispara entre los que votan partidos independentistas o a los comunes, puesto que más de un 91% cree injusto que estén en la cárcel o en el extranjero. Ciudadanos es el partido más favorable a la situación de estos políticos, puesto que más de la mitad de sus electores (un 55,2%) defiende la proporcionalidad esta coyuntura. Lo más llamativo son los votantes del PP, puesto que hay más en contra (43,8%) que a favor (31,3%). 

Tan catalán como español

Otro revelador dato del CEO: el sentimiento de pertenencia de los catalanes. Un 39,9%, uno de cada tres, se siente tan catalán como español mientras que un 20% respondió que más catalán que español. Por otro lado, un 20,5% de los encuestados se sienten solo catalanes. Los que se identifican como más españoles que catalanes (9,3%) y los que se sienten solo españoles (7,3%) se quedan a gran distancia.

En cuanto al uso de las lenguas, gana la lengua de Cervantes por goleada. Un 48,3% tiene el español como su idioma habitual frente al 36,2% que se decanta por el catalán y el 7,3% que responde a otros idiomas. En cuanto a la lengua materna, un 55,8% considera al castellano como la primera lengua que habló en casa frente al catalán, que ocupa el 29,3% de las respuestas. Un 3,4% afirmó que empezó a hablar los dos oficiales al mismo tiempo.

Otras cuestiones

En cuanto a los incidentes en Rodalies, la mayoría de los catalanes culpan al Estado de las incidencias en la infraestructura (un 42,5%). Esta cifra dobla a los que consideran que el responsable de esta situación es la Generalitat, que se sitúan en un 20,5%. También supera a los que creen que es una responsabilidad compartida entre ambas administraciones (12,3%).

Los inmigrantes es otra cuestión por la que ha preguntado el CEO. La mayoría de ciudadanos de Cataluña considera que hay una buena convivencia con personas extranjeras (67,8%), mientras que solo un 12,3% cree que es mala y un 17,9% considera que no es “ni buena ni mala”. Estas cifras corresponden en su mayoría a la predisposición de los catalanes a acoger refugiados, puesto que los que están a favor (62,3%) superan a los que se oponen (26%). Los catalanes también aprueban el tiempo de espera en urgencias (53,3%), aunque está muy ajustado con los usuarios que se quejan (46%).