La cuestión económica de nuevo, coincidiendo con nuevas cifras sobre la evolución de la economía catalana. El independentismo aflora sus esencias, con la idea de que a Cataluña le interesa separarse, desde la premisa de que el Estado no beneficia en nada a los intereses económicos catalanes. Quien con más crudeza lo ha expresado es la vicepresidenta y diputada del PDeCAT, Míriam Nogueras, una de las más “hiperventiladas” del movimiento: “Muchos ja no aceptan tener que vivir peor, teniendo la oportunidad de vivir mucho major. Y por eso explicamos a los ciudadanos que la economía de Cataluña, por ejemplo, bate records en exportacions y que somos una de las regiones más ricas de Europa, con lo que formar parte del Estado espanyol nos empobrece”. Así de sencillo lo explica Nogueras.
Ese ángulo parecía olvidado, y el movimiento independentista apelaba a un “derecho democrático” para poder iniciar un proceso de separación de España. La idea que prevalece en partidos como Esquerra, aunque ese factor económico nunca ha desaparecido del todo, es que los catalanes deberían votar sobre su futuro, al margen de si la Constitución lo permite o no. Pero ahora se recupera la supuesta balanza fiscal y el supuesto “lastre” que significa España para buena parte del independentismo.
Los catalanes, trabajadores
Nogueras no tiene freno. Y señala, en las redes sociales, que los ciudadanos deberían reaccionar ante esa circunstancia. “Pedid a los ciudadanos que, a pesar de vivir en la región que más recursos produce, a pesar de ser un país de gente incansablement trabajadora y comprometida, se deben conformar en vivir como un país de segunda”. Esa afirmación denota una negación para el otro, para el conjunto de los españoles. Si uno es trabajador incansable, eso implica que el otro no lo es.
Nogueras y Puigdemont
En ese terreno también se ha querido pronunciar el presidente Quim Torra, aprovechando los datos de la última EPA. Torra ha repasado los datos de los últimos años. “Cataluña se sitúa en cifras de paro de 2008, por debajo del 12%. En los últimos cinco años se ha reducido en más del 50%, (del 24,4% de 2013, al 11,7% del 2018). Eso demuestra que, lejos de visiones apocalípticas, el rumbo que toma el país y refuerza el buen tono de la economía”.
Vuelve el discurso economista, basado en que Cataluña va bien, y podría ir mucho mejor, pero España es un problema.