Un europeo. En Barcelona. Y con ganas de que su obra tenga la mayor repercusión en España, y, especialmente, en Barcelona. Bernard-Henri Lévy asegura que el independentismo catalán forma parte de ese populismo que intenta socavar la democracia liberal. “Nadie en Europa hará caso al independentismo catalán a la eslovena”, señala el filósofo francés, junto a Albert Boadella. El actor catalán, “exiliado” en Madrid, vuelve a Barcelona para participar en la obra de teatro Looking for Europe, escrita por el filósofo francés. Boadella también lo tiene claro, pero apunta los posibles riesgos: “El independentismo está acorralado, no tiene nada que hacer, vive de la inercia, sin gurús ni líderes, pero por eso es también más peligroso, porque está descontrolado”.
Henri Lévy, en un acto organizado por Societat Civil Catalana, que se ha comprometido con la obra de teatro, considera que Europa debería tomar conciencia de lo que ocurre. Los populismos, de izquierda y de derecha, “tienen las mismas agendas políticas, sea Le Pen o Melénchon, sea Podemos o Vox”, ponen en riesgo la democracia liberal, que se basa en “límites a la soberanía del pueblo, porque en eso consiste la democracia”. Ante eso, “los liberales, los demócratas, deberían unirse, ser fuertes, pero se encuentran cansados, aparecen como desgraciados que se ven superados por los acontecimientos”. En la presentación, en el Colegio de Periodistas, asentía sus palabras Manuel Valls, alcaldable por Barcelona, de quien Henri Lévy ha elogiado su etapa como primer ministro francés. "No es fácil irse bien, y Valls lo hizo, con una gran popularidad".
La división en Cataluña
En ese contexto, el caso catalán encaja como un guante, a juicio del filósofo francés, que ha recordado que su padre luchó en Barcelona, como brigadista internacional, contra el fascismo. La idea de Henri Lévy es que en Cataluña “se puesto en peligro la convivencia”, y en un lugar tan importante para su memoria sentimental como Barcelona. “Es una ciudad que había gozado de esa convivencia, entre el catalán y el castellano, y que ahora se encuentra con familias, grupos de amigos y asociaciones rotas, divididas, y eso me produce una gran lástima y tristeza”.
¿Pero, puede Europa hacer caso a un movimiento independentista que desea manifestar su fuerza en las calles, y con un juicio pendiente a sus principales dirigentes? Henri Lévy tiene claro que según el camino que tome no tendrá ninguna respuesta. “Nadie en Europa hará caso al independentismo a la eslovena, porque eso quiere decir que se apuesta por la balcanización, que puede afectar a otros países europeos, y eso se rechaza por completo, porque produjo muertos, y mucha violencia”.
Henri Lévy, Bosch y Boadella
Identidad europea
Utilizando el castellano, el francés y el inglés, el filósofo francés, referente de la intelectualidad europea, ha insistido en que ser europeo es tener diferentes identidades, y que eso es una riqueza que se debe preservar. Sin embargo, la propia idea de lo europeo, como superador de todas las identidades nacionales, debería ser, a su juicio, el gran objetivo que perseguir.
A su lado estaba Josep Ramon Bosch, presidente de Societat Civil Catalana, que lleva años intentando plantear en Cataluña un proyecto abierto, que traslade a los catalanes que el independentismo va en contra de la modernidad y sería perjudicial para los propios intereses de los catalanes. Bosch ha aprovechado para asegurar que la entidad buscará, en los próximos meses, un mayor contacto con los ciudadanos catalanoparlantes, para no dividir a la sociedad en función de la lengua asociada a un determinado proyecto político.
Boadella y el riesgo de fuga
Boadella, que participará en la obra de Henry Lévy ha insistido en que el movimiento, a su juicio, ya no tiene futuro. Que se encuentra en su última fase, pero que, sin líderes, es cuando puede ser más peligroso. Señala que “se trata de una secta, y las sectas son difíciles de desmontar, por lo que puede tardar un tiempo”.
Comparada la situación de los políticos presos, a punto de que se inicie el juicio en el Tribunal Supremo, con su huida del hospital Clínico de Barcelona, en 1978, donde permanecía internado bajo vigilancia de dos policías, antes de comparecer ante un consejo de guerra acusado de “injurias al Ejército”, por el contenido de la obra La Torna. “Entonces yo avisé de mi fuga a mis compañeros, para que ellos también tomaran medidas”. Con ello, Boadella ha aludido a la prisión preventiva de los políticos independentistas, al entender que están en la cárcel por el riesgo de fuga, teniendo en cuenta la situación de algunos de ellos, como Carles Puigdemont, que se encuentra en Bruselas.
La aportación de los grandes autores europeos
La obra de teatro Looking for Europe se representará en marzo en Madrid, Valencia y Barcelona. Se trata de un monólogo interior en el que el escritor analiza la actualidad internacional, con la idea de que la Unión Europea es la solución para luchar contra los extremismos y los populismos. Boadella representa a “un catalán que ha comprado un hotel en Sarajevo, aprovechando la crisis”. En ese monólogo, se intenta justificar los argumentos de un nacionalista, algo que Boadella admite que le ha sido muy complicado. “No encontraba argumentos, esa es la verdad, porque no los tienen”.
En la obra que propone Henri Lévy, cuando el protagonista no sabe cómo reaccionar ante la oleada nacionalista, racista y xenófoba y antisemita, que se vive en la actual Europa, con rasgos parecidos a lo que ocurría en los años treinta, entonces llegan los fantasmas de figuras como Dante, Goethe o Havel que recuerdan que sí existe una vía como alternativa, la vía de la democracia liberal, la que ha caracterizado la construcción de la Unión Europea.