Barcelona podría contar en el futuro en su callejero con un área peatonal dedicado al referéndum independentista del 1-O. Un grupo de vecinos del Guinardó está llevando a cabo una recogida de firmas para reclamar al Ayuntamiento que imponga ese nombre a la plaza ubicada junto al mercado y el Centro de Atención Primaria (CAP) de este montañoso barrio de la capital catalana.
La campaña la impulsa la plataforma Iniciativa Ciutadana Plaça de l’1 d’Octubre, y sus promotores, que aseguran haber recibido más de 1.000 firmas en un mes, están llevando a cabo gestiones para que la propuesta sea debatida a nivel municipal.
Espacio sin nombre
La plaza en cuestión no ha sido ‘bautizada’ todavía, y se encuentra sin nombre desde su construcción, hace apenas un lustro, a raíz de la reforma integral del mercado del Guinardó, reinaugurado en 2014. El espacio se halla en la confluencia del pasaje de Llívia y la calle Renaixença, y es uno de los principales puntos de encuentro del barrio.
La propuesta de este grupo de vecinos se dio a conocer a mediados del pasado mes de diciembre a través de la web de participación municipal Decidim Barcelona, dependiente del Ayuntamiento. En la misma, explican las razones por las cuales consideran que la plaza es el lugar idóneo para rendir homenaje al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Por una parte, por tratarse de un espacio concurrido, donde “se realizan actividades de la fiesta mayor, deportivas, mercados artesanales, carnaval, castañadas...” Y, sobre todo, por su valor simbólico. Y es que el CAP del Guinardó albergó uno de los puntos de votación del 1-O, y en él se vivió uno de los focos de tensión de la jornada. Los promotores denuncian la “violencia” con la que intervino la Policía para desalojar a los concentrados que trataban de impedir que se llevaran las urnas.
La Policía, en el CAP Guinardó durante la jornada del 1-O
“Entendemos que dar este nombre a nuestra plaza rendirá un homenaje tanto a las personas que defendieron la democracia en el CAP del Guinardó, como en el resto de colegios electorales de la ciudad que sufrieron la represión ese día, pero que también pudieron compartir la alegría de votar”, afirma el escrito.
Quieren llevar la propuesta al Plenario
Los impulsores de la campaña contarían ya con las firmas necesarias para intentar que esta iniciativa popular pueda ser incluida en un punto específico del orden del día del próximo Plenario del Distrito de Horta-Guinardó, donde esperan que se debata y se vote una resolución de acuerdo en los próximos meses. Sin embargo, todavía admiten nuevas adhesiones. Así, todos los miércoles por la tarde continúan recogiendo firmas durante las concentraciones semanales que se realizan en la plaza del Niño del Aro para pedir la liberación de los políticos independentistas en prisión preventiva por el 1-O.
Si consiguieran su objetivo, la iniciativa contaría previsiblemente con el voto favorable de los partidos independentistas y el rechazo de los constitucionalistas, así que su éxito dependería de la decisión que adoptaran los comuns si se diera el caso.
¿Qué hará Colau?
El pasado mes de octubre, el teniente de Alcalde Gerardo Pisarello aseguró que el Ayuntamiento está “abierto a estudiar” la opción de que alguna calle o plaza de la ciudad pase a llamarse 1 de octubre, como ya ha ocurrido en otras poblaciones catalanas en los últimos meses, entre ellas, Girona. El edil, en todo caso, matizó que para llevar a cabo un cambio de nombre de este tipo debe haber pasado un tiempo prudencial desde el acontecimiento en cuestión, y que exista “una clara implicación del tejido vecinal y comercial” de la zona. En concreto, la normativa explicita que deben haber transcurrido un mínimo de cinco años desde la muerte de una persona para dedicar su nombre a un espacio. Algo que podría trasponerse al caso de los acontecimientos.
Ese mismo mes, el comisionado de Programas de Memoria de Barcelona, Ricard Vinyes, aseguró que el Ayuntamiento estudia la posibilidad de dedicar una calle o una plaza al 1-O.
Los comuns siempre se han mostrado partidarios del denominado “derecho a decidir”, y el propio Pisarello ha asegurado que el 1-O fue un hecho “relevante” para la ciudad. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha denunciado en numerosas ocasiones la actuación policial en dicha jornada. Y, curiosamente, uno de los actos de protesta en los que ha participado por este motivo tuvo lugar el pasado 1 de octubre, en la misma plaza ubicada frente al CAP del Guinardó a la que ahora se quiere dar nombre. En dicho acto conmemorativo del primer aniversario de la votación participaron también el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y otros miembros del Govern catalán.
Acto conmemorativo del primer aniversario del 1-O en la plaza del CAP Guinardó / @ERCbcn
Felipe VI y los Borbones
Los cambios de nombre en el nomenclátor barcelonés no son algo nuevo para el actual consistorio. También en el Guinardó, el Ayuntamiento cambió en enero del año pasado el nombre de los jardines del Príncipe de Girona por actual el de "jardines del Baix Guinardó". De este modo, se eliminaba la 'presencia' simbólica del Rey Felipe VI en el parque, a petición de otra propuesta vecinal que culminó con la elección de este último nombre. La medida se incluyó en un proceso participativo impulsado durante el anterior mandato para atender propuestas para mejorar la zona.
Y en ese mismo camino se encuentra también ahora la avenida de Borbón barcelonesa, ya que Barcelona En Comú, ERC y PDeCAT aprobaron hace algo más de tres meses en el pleno del Distrito de Nou Barris el cambio de nombre de esa vía dedicada a la monarquía por el de "Los Quince", sugerido por entidades vecinales que previamente habían recogido 1.800 firmas. En esos casos, el tiempo que transcurre hasta que se cambia a la nueva denominación aprobada, previo paso por el Ayuntamiento para que la ratifique, suele durar entre medio año y un año.