La bronca se incrementará. Los proyectos son distintos, aunque se pueda colaborar en las elecciones municipales, y, principalmente, en Barcelona. La Crida, el proyecto de Carles Puigdemont, iniciará sus pasos este sábado con su congreso constituyente. Y el hombre que lo liderará es “un comunista evolucionado”, como apuntan miembros de la dirección del PDeCAT, dejando claro que no están por la labor. Ese “comunista evolucionado” es Antoni Morral, que será elegido secretario general de la Crida, exalcalde de Cerdanyola del Vallès (Barcelona), y que proviene del mundo del PSUC.
La expectación es grande. La organización espera la asistencia de unas 4.000 personas en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona. Y el equipo de Puigdemont tiene atados los nombres de la dirección. Jordi Sànchez será el presidente de la Crida desde la prisión de Lledoners. Ha elaborado la ponencia política, con el objetivo de forzar un referéndum de autodeterminación. El presidente de honor será el propio Puigdemont, y el secretario general Antoni Morral, que será, en la práctica, junto a una dirección de 19 miembros, quien llevará el día a día de la formación, registrada como partido político en el Ministerio de Interior.
Batet, Puigdemont y Costa.
Forn y Artadi, para Barcelona
El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, no se ha integrado en la Crida, y ha mantenido importantes distancias. Sin embargo, ¿es un hombre de Puigdemont que esperará su tiempo? Esa es una de las incógnitas que el PDeCAT debe resolver. El partido ha rechazado, por ahora, que se pueda permitir la doble militancia. El objetivo es buscar un espacio propio, a partir de las elecciones municipales del 26 de mayo, para competir con Esquerra Republicana con una oferta ideológica diferenciada, pero el problema para los exconvergentes es que el tirón electoral lo ha tenido hasta ahora Puigdemont y un núcleo de dirigentes que forman parte del Govern de Torra.
Uno de ellos es el consejero de Política Territorial, Damià Calvet, que se decanta por la Crida, criticado en el seno del PDeCAT por su gestión en el conflicto con el sector del taxi. La otra es Elsa Artadi, que, según las fuentes consultadas, acabará de decidir su integración en la lista a la alcaldía por Barcelona, que liderará Joaquim Forn. Artadi, que rompió el carnet del PDeCAT en la campaña electoral del 21D, será la mano derecha de Morral en la Crida, y, será, de hecho, la alcaldable de una lista compartida entre el PDeCAT y la Crida, dado que Joaquim Forn seguirá en la cárcel, a la espera de lo que ocurra en el juicio a los políticos presos que se iniciará el 5 o 6 de febrero.
Antoni Morral, Gemma Geis y Ferran Mascarell, impulsores de la Crida
El PDeCAT, contra la unilateralidad
“No es ese el modelo que queremos seguir, se deberá esperar, pero Morral no parece que pueda erigirse en el representante de un partido que, ideológicamente, debe volver a conectar con el centro-liberal del catalanismo, aunque se defienda netamente un proyecto independentista”, asegura un dirigente del PDeCAT. Esa reflexión se une a la de Marta Pascal, quien, en un artículo en La Vanguardia reclamó este jueves un partido amplio, que huya de los antisistema, en una clara alusión a la CUP, y de las proclamas unilaterales, algo que no desea descartar la Crida.
El problema para el PDeCAT es que el proyecto de Puigdemont, que no ha tenido el éxito que él había previsto, quiere ser transversal, con dirigentes y militantes de todo el espectro político, y decantado hacia la izquierda, con símbolos como Morral, procedente del PSUC, y de una corriente cristiana, que enlaza con un denominador común en todo el nacionalismo catalán.
Guiño a ERC
El PDeCAT podría dividirse. En la dirección de 19 personas se incluye a Gemma Geis y Albert Batet, miembros del grupo parlamentario de Junts per Catalunya. Una de las miembros de la propia dirección del PDeCAT, Montse Morante, se ha integrado en ese núcleo duro de la Crida, y también lo ha hecho Miguel Àngel Escobar, procedente de la UGT, y ahora secretario de Administraciones Locales de la Generalitat.
El guiño a ERC se ha hecho con la inclusión de Àngels Cabasés, además de Josep Andreu, --alcalde de Montblanc-- que se declaró por unos días en huelga de hambre, cuando desde Esquerra no se había apostado en esa dirección. También ha dado el paso la periodista Pilar Calvo, que ejerció de portavoz de los políticos presos que se declararon en huelga de hambre mientras duró la protesta.
Y Marina Geli
¿Y los socialistas? Puigdemont ha pensado en todo. Estará la exconsejera Marina Geli, que ya había participado en las listas de Junts per Catalunya.
Llega el momento de la verdad para todo el mundo posconvergente. El PDeCAT quería esperar a la constitución de la Crida. En función de cuál sea el itinerario, y quién represente el proyecto, se producirá un acercamiento o una ruptura. Pero la cosa comienza mal. “Con un comunista renovado al frente, que no cuenten”, se insiste.