El exvicepresidente del Gobierno, el socialista Alfonso Guerra no deja títere con cabeza contra aquellos que intentan romper la unidad de España, incluso con aquellos que, desde dentro del PSOE, intentan mitigar las responsabilidades de los que dieron un “golpe de Estado, o como se quiera llamar lo que se produjo en septiembre y octubre de 2017 en Cataluña”, aludiendo directamente al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
Es alguna de las claves que Guerra analiza en su último libro La España en la que creo, en el que pasa revista, en una entrevista en El Mundo, a los últimos acontecimientos relacionados con la situación en Cataluña, el acoso independentista contra el Rey y la Constitución, o la irrupción de la extrema derecha en el panorama político tras las elecciones andaluzas.
Comparación histórica con Companys
En esa línea crítica contra los que ahora intentan rebajar la responsabilidad de los golpistas, dudando de que sus delitos fueran de los de rebelión o sedición, el exvicepresidente se pregunta “¿cuál fue entonces el delito cometido por los que declararon la independencia de Cataluña?” Y, en este punto, recuerda cómo durante la Segunda República, por un hecho similar, fueron condenados Companys y los miembros de la Generalitat a 30 años prisión.
No obstante, reconoce Guerra que “cuando se escucha el término rebelión, parece que suena a algo muy fuerte. Que no sólo son palabras y votaciones, sino acciones concretas y directas. El derecho permite muchas interpretaciones”.
Contentar a los nacionalistas
Cree que, en el fondo de todos estos intentos de rebajar las responsabilidades, se haya un intento de “contentar a los dirigentes nacionalistas, al errático, trastornado Puigdemont, a su mayordomo Torra, a Oriol Junqueras, que celebra cada lunes la reunión de la comisión ejecutiva de ERC en las instalaciones de la cárcel, para lograr el voto que garantice la aprobación de los presupuestos generales del Estado”.
En la entrevista, el exvicepresidente también recuerda el encontronazo que tuvo con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, tras calificarle de “nazi” en una emisora de radio.
La tarjeta de resupuesta de Torra
“Ya le habían llamado muchas personas supremacista, xenófobo y no sé cuántas cosas más. Pero cuando yo dije que hablaba como un nazi se enfadó, presentó una querella contra mí, que lógicamente ha sido desestimada por la juez, y me mandó una tarjeta con unas frases que vienen, no a negar su condición de nazi, sino a ratificarla”.
"Jamás vuelva a dirigirse a mí con la palabra 'nazi', el peor insulto que puede recibir un demócrata catalán", recuerda Guerra la respuesta de Torra.