Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno y exlíder del PP, ha recomendado a su partido que no se "asuste por nada" y mantenga sus posiciones, y ha considerado necesario "tener claros" los principios frente a los "doctrinarios" y los que apuestan por el "sectarismo".

Tras ser recibido con una larga ovación y con todo el plenario en pie, Rajoy ha participado en la primera jornada de la convención de su partido en un diálogo junto a la presidenta del Congreso, Ana Pastor.

Malos momentos

Casi siete meses después de perder la presidencia del Gobierno, Rajoy ha admitido que ha tenido momentos en los que lo ha pasado "francamente mal", pero se queda "con lo bueno", y ha asegurado estar ahora "estupendamente".

Después de subrayar que este partido es la organización más "potente" de España, Rajoy ha recomendado al nuevo PP que tenga "aguante" en los momentos difíciles y "no se asuste" cuando reciba "una crítica, dos, cincuenta o ciento cincuenta".

Respeto mutuo

"Este es un partido en el que por general todos nos hemos respetado unos a otros y eso es sin duda una buena línea de trabajo para el futuro", ha dicho el expresidente en presencia del líder del PP, Pablo Casado, y otros dirigentes como el secretario general Teodoro García Egea y el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, que le han escuchado desde la primera fila.

Muy cerca, pero en segunda fila, estaba la que ha sido la número dos de su Ejecutivo durante siete años, Soraya Sáenz de Santamaría.

"Estar en la realidad"

En su línea habitual, también ha apuntado que los populares saben cuáles son sus principios, entre los que ha citado la unidad España, la defensa de la Constitución y de la libertad de empresa. "Hay que estar en la realidad", ha dicho, para señalar después que "no es bueno el sectarismo ni son buenos los doctrinarios, no es bueno en ninguna faceta de la vida ni en política tampoco".

Rajoy, que ha vuelto a su vida profesional y ha dejado la política, ha preferido vehicular su intervención en la convención de su partido en forma de diálogo con Pastor, una fórmula que él ha elegido en lugar del clásico discurso.