El independentismo ha querido en los últimos meses presentar a todos los expresidentes de la Generalitat como un bloque homogéneo a favor de la libertad de los políticos presos. Se han redactado manifiestos y peticiones para que disfruten de libertad provisional hasta el inicio del juicio, y durante el juicio, para facilitar los traslados. En un escrito que ha impulsado el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, se reclaman “medidas alternativas a la privación de libertad en centro penitenciario de las personas que actualmente se encuentran en prisión provisional”. Pero entre los expresidentes que se citan se incluye a Pasqual Maragall, pese a que no firma el documento.
Ello ha sido motivo de una recriminación contundente del presidente del Colegio de Médicos, Jaume Padrós, que dirigió y controló la situación de los políticos presos que se declararon en huelga de hambre hace unas semanas y que acabaron abandonando.
Pasqual Maragall, junto a su mujer Diana, en una imagen de archivo
Incapacitado para tomar decisiones
Padrós ha segurado que no puede aceptar que se “utilice” el nombre del presidente Maragall. “Estoy muy a favor del contenido de la carta de los expresidentes de la Generalitat a favor de la excarcelación de los presos políticos, pero como médico no puedo aceptar que se utilice al presidente Maragall, que se encuentra afectado por una enfermedad que le incapacita para tomar decisiones”, en referencia al Alzheimer.
Se trata de un toque de atención contundente, después de reiteradas apelaciones en los últimos meses. El escrito, que se ha enviado al Tribunal Supremo, lo firman los expresidentes de la Generalitat Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas y Carles Puigdemont, y también los expresidentes del Parlament, Joan Rigol, Ernest Benach y Núria de Gispert. Pero se cita a Maragall.
Otros manifiestos con Maragall
En un anterior escrito, el 18 de diciembre, los mismos nombres firmaron otro documento en el que se pedía que los políticos presos abandonaran la huelga de hambre que habían iniciado. En aquella ocasión también se señalaba a Maragall, pero como uno de los firmantes del escrito.
Padrós ha insistido en que se le deje al margen, porque no está en condiciones de tomar decisiones por su cuenta.