El presidente Quim Torra ha resultado ser un problema para buena parte del PDeCAT y de ERC. El presidente de la Generalitat rechaza ahora, de forma contundente, que los partidos independentistas puedan ayudar al Gobierno de Pedro Sánchez para sacar adelante los presupuestos del Estado para 2019. No desea que se puedan tramitar, que sería el acuerdo posible para las dos partes, y que ofrecería tiempo al Gobierno español, antes de las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo. Eso es lo que tienen en la cabeza, sin embargo, tanto los dirigentes del PDeCAT en el Congreso como los de Esquerra Republicana.
Torra ha querido ser concluyente, sin pensar que podría ser desmentido en breve. “Nada se ha movido, seguimos teniendo presos y exiliados y sobre el derecho de autodeterminación de Cataluña no ha habido ningún avance, seguimos en el ‘no’ a los presupuestos y en el ‘no’ a la tramitación de los presupuestos”, ha señalado en una intervención desde el Palau de la Generalitat, para anunciar el Premio Internacional Catalunya a Vinton Cerf, uno de los padres de Internet.
Tramitar las cuentas
Esa posición es la oficial. También la defienden en público el vicepresidente del Govern, el republicano Pere Aragonès, o la portavoz y consejera de Presidencia, Elsa Artadi. Pero los grupos parlamentarios tienen otra posición, que alientan, de hecho, las direcciones de los dos partidos. El acuerdo es que se puedan tramitar las cuentas, lo que equivale a rechazar las enmiendas a la totalidad que se puedan presentar, las del PP y Ciudadanos, y no presentar enmiendas a la totalidad propias.
Con ello, el presupuesto seguiría su curso, y se abrirían dos meses en el Congreso, al margen de que la votación final pudiera ser un ‘no’.
El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès
Autodeterminación
Quim Torra ha negado esa posibilidad, al insistir en que tampoco se debería facilitar esa tramitación. El argumento es que Sánchez no se ha movido para ofrecer una salida política al problema catalán. “Desde el mismo día de la votación en la que se invistió al presidente Sánchez venimos pidiendo lo mismo: una solución política para Cataluña, el ejercicio del derecho a la autodeterminación, y desde entonces no se ha movido”.
Lo que ocurre es que Torra ha quedado en una situación delicada en otras ocasiones. Formuló un ultimátum a Sánchez que caducaba en noviembre, para realizar ese movimiento que vuelve a pedir ahora. Pasó noviembre, y los partidos independentistas han seguido manteniendo al Gobierno socialista.
La negativa de Puigdemont
Torra mantiene una relación estrecha con Carles Puigdemont y otros dirigentes que no quieren saber nada con el Gobierno de Sánchez. Consideran que es el Ejecutivo español el que se debe mover, y que, a pesar de que la alternativa al PSOE sea una coalición del centro-derecha, no se pueden aprobar los presupuestos sin una oferta política clara.
De nada sirve, por ahora, que el PSC esté dispuesto a secundar las cuentas de la Generalitat en el Parlament, a cambio de que el independentismo dé luz verde a los presupuestos de 2019 en el Congreso. Miquel Iceta, el líder del PSC, señala que esa opción, la del intercambio, “es legítima”, pero sostiene que lo más importante es que el Gobierno catalán sea consciente de la “realidad”, y de la mejora para los propios catalanes que supondría esos presupuestos para 2019, que, entre otras partidas, permitirá un aumento del déficit del 0,4% para las autonomías.