El pleno de Barcelona, celebrado este miércoles en una sesión extraordinaria, ha acordado crear una comisión especial de seguimiento de la aplicación de la Ordenanza de Terrazas en el distrito de Ciutat Vella en contra la voluntad de Ada Colau y su equipo. La creación de la comisión ha sido aprobada gracias a los votos favorables del PDeCAT, Ciutadans, PSC, PP y el concejal no adscrito Joan Josep Puigcorbé, mientras que Barcelona en Comú y la CUP han votado en contra y ERC y el no adscrito Gerard Ardanuy se han abstenido.
Esta comisión especial tendrá entre dos y cuatro sesiones --entre las que no podrán pasar más de 30 días hábiles--, y se crea para "aclarar las circunstancias" en las que se toman decisiones en el distrito y la adecuación de la normativa a las medidas adoptadas en 2018.
Sanz defiende la Ordenanza
La cuarta teniente de alcalde, Janet Sanz, ha sido una de las mayores defensoras de la actual aplicación de la Ordenanza de Terrazas. Según ella, se trata de una normativa útil, aplicable y flexible que puede adaptarse según el barrio, y "en Ciutat Vella hay una saturación y un uso intenso del espacio público" que requiere criterios concretos. Sanz ha cifrado en 3.634 las mesas que hay en Ciutat Vella y ha asegurado que en 2018 se han sumado 30 más, año en el que se han resuelto asuntos que estaban encallados --como las terrazas de la Boqueria--. Además, ha arremetido contra la anterior Ordenanza, de la que ha dicho que no servía para nada y que era inaplicable.
Durante el pleno, los grupos de la oposición que han forzado la creación de esta comisión han criticado la gestión que ha realizado el equipo de Colau en torno a las terrazas. El concejal del PDeCAT Raimond Blasi ha reprochado al gobierno municipal que mantenga una dinámica de "conflicto abierto" con los restauradores por su falta de transparencia y de pedagogía interna, por lo que ha reclamado un debate más profundo.
Críticas de la oposición
La líder municipal de Cs, Carina Mejías, ha acusado al Ejecutivo de Colau de ser estricto con quienes cumplen la ley y laxo con quienes la incumplen en el espacio público, y ha afirmado que la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, es la 'sheriff' del distrito: "No acabamos de entender cuál es su obsesión de limitarlas. Es incoherente, arbitrario e injusto", ha manifestado.
Por su parte, el presidente del grupo municipal del PSC, Jaume Collboni, ha pedido rectificar los expedientes sancionadores que están en marcha y ha lamentado que se tenga que abordar de nuevo un asunto que ya se había cerrado. El líder de los socialistas ha sentenciado que "el gobierno de Colau ha hecho fracasar el pacto de las terrazas". Sus palabras han sido replicadas por Janet Sanz, que ha aseverado "sin acritud" que el PSC no hizo nada en este ámbito cuando formó parte del Gobierno municipal.
El líder del PP en el consistorio, Alberto Fernández, ha asegurado que los restauradores necesitan que la situación se clarifique cuanto antes: "En Ciutat Vella existe arbitrariedad, desviación de poder, prevaricación en las tomas de decisiones que pueden ser injustas por sesgos ideológicos y abusos de poder", y ha lamentado que la comisión de seguimiento esté acotada a un solo distrito.
La CUP prioriza "los vecinos"
El republicano Jordi Coronas ha sostenido que la comisión propuesta no es el instrumento más adecuado para garantizar que una mejor aplicación de la Ordenanza, pero sí para garantizar "que el espectáculo político siga", algo que ha lamentado, porque la política debe consistir en buen gobierno y diálogo, y no en crear problemas y en montar espectáculos mediáticos.
Quien ha marcado distancias con las críticas a la persecución de las terrazas ha sido la CUP, que apuesta por priorizar la movilidad, la salud y el descanso vecinal: "Primero está el derecho de las vecinas que el ánimo de lucro", y ha insistido en que el ayuntamiento tiene plena libertad con la entrega de licencias para hacer prevaler el derecho colectivo sobre el particular.
Opacidad
La sesión ha sido seguida muy de cerca por el director del Gremi de Restauració de Barcelona, Roger Pallarols, que se encontraba en las gradas del salón de plenos. Pallarols ha criticado a la alcaldesa por haber votado en contra de la creación de la comisión de seguimiento de la Ordenanza de Terrazas. En declaraciones a la prensa, ha agradecido que la oposición haya escuchado a los restauradores, y ha cargado contra la opacidad del gobierno de Ada Colau en todo lo relativo a las terrazas: "A pesar de hacer bandera de la transparencia, es un obstáculo para aclarar qué está pasando con las terrazas", ha asegurado.
El Gremi ha alertado de que solo seis meses después de que se llegara a un acuerdo con el ayuntamiento, 100 de 400 terrazas están siendo amenazadas "por un capricho antiterrazas de Gala Pin", y ha apuntado que la nueva comisión debe servir para dar respuesta a estos restauradores, para asegurar el cumplimiento de la legalidad y para conseguir que Ciutat Vella vuelva al pacto.
Pallarols ha valorado que la creación de esta comisión "es muy buena noticia", y que servirá para saber si la actividad se ajusta a la legalidad en un proceso donde los afectados directos podrán participar.
Reunión con Colau
Colau y Pallarols mantuvieron una reunión este martes que sirvió para realizar un primer contacto, pero el gremio asegura que no se avanzó demasiado: "Si hubiéramos llegado a acuerdos no habría sido necesario el pleno de este miércoles".
Asimismo, Pallarols se ha mostrado confiado a que el Gobierno rectifique "porque se ha equivocado en la apreciación de cómo se tenía que aplicar el pacto de terrazas, pero no pasa nada, todos nos podemos equivocar".