El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado que los Presupuestos Generales del Estado se aprobarán en el próximo Consejo de Ministros, que tendrá lugar el viernes 11 de enero. No ha desvelado, sin embargo, cómo conseguirá la mayoría de los votos parlamentarios ya que, por ahora, no cuenta con los apoyos necesarios.
El líder del Ejecutivo ha asegurado que "el planteamiento del Gobierno de España es presentar los presupuestos" y "los va a aprobar" a pesar de haber explicado que las negociaciones para sacarlos adelante aún no se han concretado. Para ello espera poder hablar con todas las fuerzas representadas en el Congreso y no únicamente con las fuerzas nacionalistas de Cataluña. "[La negociación] la vamos a hacer con todas las fuerzas parlamentarias, no solamente vamos a mirar a las fuerzas independentistas sino también a aquellas fuerzas parlamentarias que están pidiendo no depender solamente de las fuerzas independentistas para poder sacar los presupuestos", ha declarado.
Indecisión del PDeCAT
Sus aspiraciones de diálogo con Ciudadanos y PP vienen forzadas por la indecisión de los representantes políticos del independentismo en el hemiciclo nacional. El PDeCAT se encuentra en una lucha interna sobre si deben apoyar las cuentas del Estado o no. Por una parte, el presidente del Govern, Quim Torra, sigue priorizando su fidelidad a Carles Puigdemont y declaró que el partido no aprobará los Presupuestos. Poco después, el diputado en el Congreso y secretario de organización del PDeCAT, Ferran Bel, aclaró que los herederos de CiU no bloquearían el inicio de la tramitación de las cuentas nacionales y no presentarían enmienda al proyecto presupuestario al completo.
Ante este panorama, que viene desarrollándose desde hace meses, el presidente Sánchez explora vías de diálogo con las formaciones de derechas y declara que en la negociación de los presupuestos "le vamos a tender la mano también a Ciudadanos y al PP". En un intento de acercarse a los partidos que no le apoyaron en la moción de censura, en la entrevista ofrecida a la agencia de noticias EFE ha hablado de los presupuestos como una opción de "cohesión" de la ciudadanía española en su conjunto. "Vamos a hacer una propuesta para el conjunto del país. Nuestra aspiración es unir a los españoles, no enfrentarlos, y eso significa reforzar la cohesión social y territorial", ha declarado.
Separa presupuestos y negociación con Cataluña
El Gobierno socialista se aleja, así, de los partidos secesionistas y declara que no condicionará los presupuestos a las demandas del independentismo. "Una cosa es la negociación de los presupuestos y otra es la resolución de la crisis política en Cataluña", ha expresado antes de opinar que "separaría la negociación de los presupuestos de lo que puede ser la solución a la crisis política en Cataluña, porque la cadencia temporal es completamente distinta".
Un momento de la entrevista en la que Pedro Sánchez ha asegurado que aprobará los presupuestos / EFE
Tras estas declaraciones deja, sin embargo, una puerta abierta que posibilitaría el apoyo de los nacionalistas catalanes: el diálogo. Asegura que en el proyecto presupuestario se plantea una "importante inversión territorial" pero, en el caso de Cataluña, avisa de que vendría condicionada por que el independentismo reconozca que "no cuenta con mayoría social". La sociedad catalana "ha votado en más de cinco ocasiones desde 2014 y nunca ha habido una mayoría social en favor de la independencia en Cataluña", ha recordado Sánchez. "Creo que con diálogo, con respeto a la Constitución podemos explorar una solución política que va a necesitar sosiego, calma y luces largas".
Presupuestos de "sentido común"
Sánchez ha descrito el proyecto de las cuentas estatales como unos presupuestos para que España avance en el terreno de las políticas sociales. A pesar de no haber entrado al detalle, ha señalado que los puntos recogidos en la propuesta económica están "cargados de sentido común" y de "valores sociales" y apunta que 2019 "puede ser" el primer año tras la crisis en el que "el paro se reduzca por debajo de los tres millones de personas y tengamos más de 19 millones de afiliados en la Seguridad Social".
El presidente del Gobierno pone las espectativas muy altas al hablar de los objetivos a conseguir con los presupuestos. En sus propias palabras, la meta es avanzar "en la consolidación fiscal, en la cohesión social, en la dignidad laboral, creación de empleo y modernización de nuestra economía" desde un punto de vista europeo. "No que la clase media y trabajadora pague más impuestos, pero sí creemos que es importante en nuestro país abrir un debate que trasciende nuestras fronteras, que entra de lleno también en la UE, que es la de la fiscalidad progresiva".