El vuelco político en Andalucía se complica. Las peticiones de Vox para llegar a un acuerdo con el PP y Ciudadanos son inasumibles para los dos partidos de centro-derecha. Hasta tal punto, que los negociadores del PP consideran que, en realidad, el partido de extrema derecha no quiere ningún pacto, y desea forzar la situación, que podría pasar por unas nuevas elecciones al parlamento andaluz.
El PP considera “inaceptable” esas peticiones, que van desde propuestas de carácter simbólico, aunque con gran carga política, como celebrar el día de la Reconquista, el 2 de enero como día de Andalucía, hasta rehacer el estado autonómico y atender a los andaluces que viven en otras comunidades, con una vigilancia sobre los sistemas escolares que utilizan desde la Junta de Andalucía.
Todo bloqueado
La reacción del PP es ilustrativa, porque estaba dispuesto a modificar el acuerdo alcanzado con Ciudadanos y contentar a Vox para asegurar la investidura del popular Juan Manuel Moreno. Ciudadanos, en cambio, se había conjurado para rechazar cualquier cambio y forzar, en todo caso, a Vox para permitir o no el cambio político en la Junta de Andalucía.
El PP, ahora, presionará a Vox para responsabilizarlo de impedir ese cambio, que hubiera supuesto poner fin a 36 años de gobiernos socialistas. A pesar de ello, se mantendrán las negociaciones, y se tratará de agotar todos los plazos. El 16 de enero era el día previsto para la investidura de Moreno. Por ahora, todo quedará bloqueado, si Vox no cambia de estrategia.