El PSC continúa siendo víctima de ataques políticos en Cataluña. El nuevo año ha empezado con dos nuevos actos vandálicos contra inmuebles de los socialistas catalanes. En esta ocasión se trata de su sede de Sant Andreu de la Barca, y el domicilio del subdelegado del Gobierno de Tarragona, Joan Sabaté.
La 'Casa del Pueblo' de la Agrupación Socialista de Sant Andreu de la Barca, localidad que se encuentra a unos 20 kilómetros al sur de Barcelona, amaneció ayer pintada con insultos y amenazas en su persiana y su fachada. En concreto, "cabrones" y la expresión "al gulag" bajo un símbolo con la hoz y el martillo comunista.
El partido ha denunciado el ataque --que no ha sido reivindicado-- en sus redes sociales, recordando que este tipo de acciones "no hacen más que reafirmarnos en nuestra defensa de la libertad y el respeto a la diferencia".
Horas después de este acto vandálico, el presidente del PSC de Tortosa, y subdelegado del Gobierno en Tarragona, Joan Sabaté, denunció en Twitter que su casa había sido "marcada" con otras pintadas. Su mensaje iba acompañado de una fotografía en la que se veía un lazo amarillo pintado en el suelo. "Me deben querer decir que saben dónde vivo, que vaya con cuidado, pero los que pasamos por las comisarías franquistas no nos arrugamos. Luchamos, sufrimos y ganamos la democracia constitucional", afirmó.
A mediados de diciembre, el PSC fue víctima de una veintena de ataques independentistas en apenas dos días, muchos de los cuales fueron reivindicados por la organización juvenil Arran. La sede del PSC en Vilanova, por ejemplo, fue golpeada a martillazos en una acción que grabaron en vídeo.
También contra Ciudadanos
Las agresiones contra instalaciones de partidos constitucionalistas continúan en este inicio de año. La diputada de Ciudadanos Lorena Roldán aseguró ayer que, en estos tres primeros días de 2019, su partido ha sufrido tres ataques: uno contra su sede en Vilaseca, otro en Almacelles "contra el vehículo particular de una persona vinculada con nosotros", y otro en Besalú, donde colgaron muñecos que representan a diversos partidos no independentistas, entre ellos, el suyo.