Arran convoca un escrache contra la reunión Sánchez-Torra

El grupo de radicales independentistas de Arran han convocado un escrache para la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe del Govern, Quim Torra delante de las puertas del Palau de Pedralbes. La organización de extrema izquierda a reaccionado rápido al anuncio del encuentro entre los dos dirigentes políticos con la previsión de movilizar sus bases y poder mostrar su renuncia a una posible negociación.

En el cartel difundido por las redes sociales los antisistema amenazan a los representantes del ejecutivo español y catalán con el lema "Res a negociar/ No se negocia nada" y convocan un boicot para dejar constancia de su desprecio a los posibles pactos que se puedan construir entre líder socialista y el presidente de la Generalitat.

Ataques a sedes del PSC

Esta movilización se anuncia un día después de que diferentes sedes del PSC amanecieran con pintadas firmadas por Arran amenazando al Consejo de Ministros del día 21 de diciembre en la Llotja del Mar. Para este acto, los radicales independentistas también han anunciado diferentes acciones de protesta por la presencia del gobierno de España en Barcelona.

En el lema "tumbemos el régimen" fue el escogido para el ataque --realizado por individuos desconocidos-- a los diferentes edificios socialistas. Diversos cargos del PSC han criticado que la organización de extrema izquierda separatista intente intimidar y coartar la libertad de expresión.

Consejo de Ministros en Barcelona

La reunión entre Sánchez y Torra no es la única que los independentistas radicales quieren boicotear, en el perfil de Arran en Twitter, está fijado el tuit desde el 14 de diciembre en el que animan a sus seguidores a coartar y detener el Consejo de Ministros del 21D en Barcelona.

En el mensaje se puede leer como afirman que "Su régimen del 78 es nuestra miseria: debemos combatirlo". Para estas manifestaciones y otras convocadas por otras entidades separatistas como Òmnium Cultural, se han desplazado a Cataluña unos 9.000 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.