El Ayuntamiento de Barcelona mantendrá el pleno municipal de este viernes del 21 de diciembre a pesar de las previsibles protestas independentistas por la celebración del Consejo de Ministros en la ciudad ese mismo día.
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha explicado que la alcaldesa, Ada Colau, ha tomado la decisión, desestimando la petición de los grupos de ERC y la CUP de adelantarlo al jueves.
"Máxima normalidad"
Pisarello ha justificado ante la prensa que no ve ninguna razón para aplazar el pleno de forma preventiva, ya que debe ser compatible la celebración del Consejo de Ministros y el derecho a manifestación.
"Lo debemos tomar con la máxima normalidad. Nadie sabe lo que puede pasar. La llamada que hace la Generalitat es a que se pueda celebrar el Consejo de Ministros en condiciones de normalidad respetando el derecho a manifestación. El derecho a propuesta es un derecho legítimo", ha expresado el concejal.
Ahora bien, Pisarello no ha descartado escenarios que aconsejen que la alcaldesa "intervenga directamente", pese a que esa "no es la hipótesis que tenemos sobre la mesa", ha expresado el primer teniente de alcalde.
ERC podría abandonar la sesión plenaria
Los partidos de la opisición se dividen entre quienes son partidarios de mantener la normalidad y los que pretenden que el Consejo de Ministros forme parte de la discusión del orden del día. El concejal de ERC Jordi Coronas ha explicado en una rueda de prensa que su grupo apoya las movilizaciones, y ha detallado que asistirán al inicio del pleno y que "en función de los hechos" tomarán una decisión sobre cuándo abandonar la sesión plenaria.
En caso de permanecer en el pleno, los republicanos presentarán una declaración con contenido de declaración para rechazar la celebración del Consejo de Ministros, ya que coincide con el aniversario de las elecciones del pasado 21 de diciembre "bajo el 155 y la existencia de presos y exiliados políticos".
La concejal de la CUP Maria Rovira ha expresado que la normalidad institucional no existe dada la situación política entre Cataluña y el resto de España: "No debe ser un día normal porque la situación no es normal". Asimismo, ha anunciado que no presentarán proposiciones, ruegos ni preguntas en el pleno dadas las circunstancias políticas que se viven en Cataluña.
Mantener la normalidad
Carmen Andrés (PSC) ha defendido mantener el pleno tal como está previsto, y ha instado a la alcaldesa a que no se altere la normalidad de la institución y a que se mantenga su neutralidad sin "ceder a peticiones que responden a valoraciones ni intereses de los independentistas".
La líder de Cs en el Ayuntamiento, Carina Mejías, ha señalado al presidente de la Generalitat, Quim Torra, y su entorno por mandar a los "comandos separatistas a apretar, a las algaradas, a los disturbios y a la violencia", y ha dicho que el cometido del Gobierno municipal es garantizar la convivencia y no paralizar la normalidad democrática de la ciudad. En su opinión, la obligación de los concejales es asistir a los plenos.
Javier Mulleras (PP) también ha apostado por mantener la normalidad del pleno: "Los manifestantes que quieren bloquear la ciudad no pueden secuestrar la libertad y la movilidad de los barceloneses". También ha manifestado que anular la sesión sería dar la razón a los violentos y a los que quieren coaccionar y romper la normalidad de la ciudad.