Pedro Sánchez no acordará con el independentismo un referéndum de autodeterminación. La voluntad del presidente del Gobierno le ha llevado en el Congreso a relacionar esa petición, del bloque independentista catalán, que se inició con la Diada de 2012, con el Brexit, y la situación tan complicada en la que se encuentra el Reino Unido.
Y la ha rechazado por completo, porque “una consulta de ese tipo sería lesiva para la sociedad catalana. Como presidente del Gobierno no voy a cometer ese error que cometió David Cameron”, ha asegurado en alusión al ex primer ministro británico que convocó el referéndum del brexit. “Creo que esa opción se debe retirar y dialogar sobre el autogobierno, sobre el Estatut y la Constitución”, ha rematado Sánchez.
Los 'indepes' recuerdan su apoyo
Esa ha sido la respuesta del presidente del Gobierno al bloque independentista, representado por Joan Tardà (ERC) y por Carles Campuzano (PDeCAT).
Los dos diputados han recordado a Sánchez que fue votado por los independentistas para que la moción de censura tuviera éxito –un hecho que ha aprovechado el líder del PP, Pablo Casado, para cargar contra el jefe del Ejecutivo—y le han reclamado que ofrezca una salida política al conflicto en Cataluña. “No se puede gobernar sin tener en cuenta Cataluña, o en contra de Cataluña”, ha espetado Campuzano.
El diputado del PDeCAT Carles Campuzano
Agrupar al 80% de catalanes
Acusado por PP y Ciudadanos, que han insistido en que Sánchez depende de los independentistas y que debería convocar elecciones cuanto antes, el presidente del Gobierno ha marcado distancias con el bloque independentista, pero ha ofrecido diálogo, siempre que se abandone la vía unilateral y se aparque la opción del referéndum. “Si eso se deja a un lado, se puede dialogar sobre autogobierno, sobre el Estatut y la Constitución, ya agrupar al 80% de los catalanes”, ha señalado.
El adversario de Sánchez, sin embargo, ha sido Albert Rivera. El líder del PSOE mantiene una estrategia, la misma que quiso seguir Mariano Rajoy: reforzar el bipartidismo, criticando al PP, pero al mismo tiempo considerándolo como un posible socio para grandes cuestiones de Estado. Y, dirigiéndose al líder de Ciudadanos, le ha reprochado su papel en Cataluña: “Me dice que estoy pendiente de los independentistas, pero ¿qué ha hecho su formación en Cataluña, que es la primera fuerza?, ya se lo digo: nada”.
La derecha y el pacto con Vox
Sánchez le ha recordado la negociación de Ciudadanos con Junts per Catalunya y ERC para tener representación en la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, que controla TV3 y Catalunya Ràdio. “No se lo critico, pero no me acuse de negociar con los independentistas”, ha rematado Sánchez.
El jefe del Ejecutivo ha marcado distancias con el independentismo y con Ciudadanos, además de con Pablo Casado, reprochando a la derecha que intente pactar con Vox en Andalucía. Pero mantiene la puerta abierta si ese independentismo abandona la vía unilateral y la petición del referéndum.