Vox ha encontrado un nicho electoral por la derecha de PP y Cs, pero su nacimiento hace cinco años tenía otra finalidad: ser una fuerza conservadora, moderada y europeísta que marcara distancias con el PP salpicado por la corrupción y con el inmovilismo de Rajoy ante el desafío secesionista en Cataluña. Después de las elecciones europeas de 2014 en las que no lograron ningún escaño y con la llegada de Santiago Abascal al frente de la organización, tres de sus fundadores más destacados decidieron abandonar el partido por la impronta euroescéptica, católica y nacionalista que estaba adquiriendo el partido.

Estos fueron el ex vicepresidente del Parlamento Europeo Aleix Vidal-Quadras, el ex ministro de la extinta UCD Ignacio Camuñas y el filósofo y cercano a la fundación FAES José Luís González Quirós. Se trata de tres de las figuras con mayor trayectoria y reconocimiento que estuvieron durante la génesis de Vox y quienes idearon el programa económico liberal y no proteccionista que todavía mantiene la formación.

“Abascal no quería el tutelaje de estas tres figuras. Le estorbaban”, explican a Crónica Global fuentes que estuvieron durante el alumbramiento del partido en diciembre de 2013 y en 2014 y 2015. Los tres puntos de discordancia con Abascal de Vidal-Quadras, Camuñas y González Quirós y que propició su marcha del partido fueron el “euroescepticismo, el catolicismo y el nacionalismo español”.

Euroescepticismo

Cuando el dirigente nacido en un pueblo de Álava tomó las riendas del partido se acercó al Partido Ley y Justicia polaco, de ideología conservadora y católica. “Hacía la pelota a los partido de derecha muy extrema, aunque con el tiempo se ha desmarcado de Le Pen y Wilders”, señalan las mismas fuentes sobre la relación de Vox con el Frente Popular en Francia y el Partido por la Libertad en Holanda.

Vidal-Quadras, en una imagen de archivo

Aleix Vidal-Quadras, en una imagen de archivo

En la actualidad, sus vínculos más estrechos son --apuntan estas fuentes-- con el Grupo Conservador y Reformista Europeo. Se trata del grupo donde se encuentra el Partido Conservador británico --en vías de irse tras la culminación del Brexit-- y el partido Ley y Justicia, de Polonia, y se ha aproximado al partido del presidente húngaro Viktor Orbán que forma parte del Grupo Popular Europeo.

Esta deriva euroescéptica del partido era inaceptable para los tres fundadores, especialmente para Vidal-Quadras que había sido vicepresidente de la Cámara comunitaria.

Catolicismo

La exaltación del catolicismo que promovió el entonces nuevo líder de Vox con sus vínculos con Polonia también representó un punto de discrepancia con estas tres figuras, tanto por la oposición de Abascal al matrimonio gay como a la ley del aborto.

Ignacio Camuñas, en una imagen de archivo

Ignacio Camuñas, en una imagen de archivo

“Veían que el partido estaba derivando hacia un partido confesional y ellos, como buenos liberales, creían que las personas pueden ser católicas, pero no el partido”, abunda la misma fuente.

Nacionalismo español

El tercer motivo de desavenencia fue “el marcado nacionalismo español”: “El Vox original pretendía combatir el separatismo catalán y estar a favor de la unidad nacional, pero el Vox de Abascal es la otra cara de la moneda del nacionalismo catalán, es excluyente y agresivo”.

gonzalez quiros

González Quirós, en una imagen de archivo

A este respecto, el partido liderado por Abascal se ha opuesto --como Donald Trump desde Estados Unidos-- a la creación de un ejército europeo y priorizan la soberanía del Estado-nación al proyecto de integración europeo. Unas premisas opuestas al Vox primigenio que contribuyeron a confeccionar Vidal-Quadras, Camuñas y González Quirós.