La decisión de Jordi Sànchez y Jordi Turull de iniciar una huelga de hambre ha causado convulsión en el seno del independentismo. Aunque las entidades soberanistas, como la ANC, habían reflexionado en las últimas semanas sobre qué tipo de acciones se podían impulsar, los políticos presos han acorado una huelga de hambre para denunciar que el Tribunal Constitucional paraliza los recursos de amparo. Aunque el presidente Quim Torra ha difundido un comunicado, con un apoyo explícito a Sànchez y Turull, el llamado independentismo “consecuente”, el que defienden activistas como Bernat Dedéu o Enric Vila, se ha manifestado. Dedéu considera que es un gesto que va en la dirección contraria a la que debería: “Es de las pocas cosas que aún les quedaba por folklorizar. Y es que se habían reído tanto de ti, Lluís Maria…”
El comentario de Dedéu hace referencia a la figura de Lluís Maria Xirinachs, el senador más votado en España, durante la transición, al que se le llamó el “mendigo de la paz”, (captaire de la pau), y que protagonizó una huelga de hambre. A Xirinachs el nacionalismo catalán, vinculado a CiU, siempre lo despreció, como un activista que iba a ninguna parte.
¿Independencia real?
Ahora, los supuestos seguidores, como Turull, un convergente de toda la vida, o Sànchez, vinculado a ICV, pero cercano ahora a Artur Mas y Carles Puigdemont, con quien impulsa la Crida Nacional per la República, han seguido los pasos de Xirinachs.
Dedéu, que apoya al profesor de filosofía política Jordi Graupera, que se presentará a la alcaldía de Barcelona, lleva meses criticando con dureza la estrategia del independentismo de Junts per Catalunya y de ERC. Entiende que en ningún momento se quiso, realmente, proclamar la república, y que todo se quedó a medio camino, porque la voluntad real era negociar con el Gobierno español, una negociación que nunca llegó porque el presidente Mariano Rajoy no quiso mover ni un dedo, y lo dejó todo en manos de la justicia.
Contra la Justicia española
Pero el presidente Quim Torra ha avalado la decisión de Sànchez y Turull, que les puede suponer un problema grave de salud, en vísperas del inicio del juicio –a mediados de enero—que puede ser determinante para la suerte de la política catalana y española.
Para Torra, “la falta de garantías procesales y el uso del derecho como una venganza se deben denunciar. Todo mi apoyo a los presos políticos que hoy (este sábado 1 de diciembre) comienzan una huelga de hambre”.
Amparo europeo
Torra ha difundido un comunicado en el que señala que el poder judicial español “está cometiendo una de las peores barbaridades que se han visto en Europa en los últimos años”. (…) “La falta de imparcialidad ideológica de la justicia española y el sistema de elección de la cúpula del poder judicial han sido motivo de preocupación del Consejo de Europa y de muchos países europeos. En definitiva la imagen y el prestigio de la justicia española han tocado fondo entre la comunidad internacional. Así lo han denunciado también las organizaciones de defensa de los derechos humanos más prestigiosos internacionalmente”.
Con ello, Torra aprovecha los problemas internos en la cúpula judicial para llevar el caso a donde le interesa, dentro de la estrategia del independentismo de presentar a España como un país “poco democrático”.