Ferran Mascarell quiere ser alcalde de Barcelona. Desde hace meses. En las últimas semanas ha mostrado su inquietud, e, incluso su “cabreo”, según fuentes cercanas a su candidatura, porque Carles Puigdemont no acababa de pronunciarse y había lanzado el nombre de la consejera de Cultura Laura Borràs como su candidata para la alcaldía. Ahora, sin el acuerdo todavía entre el PDeCAT y la Crida de Puigdemont, Mascarell anuncia su candidatura, y ha puesto ya en marcha su campaña, con contactos con representantes de distintos ámbitos económicos, culturales y mediáticos de la ciudad.
Mascarell ya tiene su propia agencia de comunicación, y explicará en las próximos días las razones de su candidatura. Todo sigue abierto respecto a la lista y a las formaciones que le darán apoyo, pero el exconcejal ha querido dar el paso, como ha posido saber en las últimas horas Crónica Global.
El PDeCAT, con Forn
El principal argumento es que Mascarell se sintió humillado con el nombre de Borràs, que no pasa ahora por su mejor momento. La noticia, que explicó Crónica Global, creó un gran malestar. Y, antes de que otro candidato, Jordi Graupera, logre la victoria en las primarias que ha organizado y que cuentan con el apoyo de la poderosa ANC, ha querido aparecer como alcaldable desde ahora mismo.
La otra razón es que el posible acuerdo con el PDeCAT está en al aire. Los exconvergentes se inclinan por Joaquim Forn, y Neus Munté, un tándem que, en la práctica, pasaría por Munté como candidata efectiva. La dirección del PDeCAT mantiene grandes fricciones con la Crida, aunque el objetivo es buscar algún tipo de entendimiento. Mascarell ya advirtió a los dirigentes del PDeCAT, hace un año, que se iba a presentar con ellos o sin ellos, porque tenía "un grupo de amigos" que le iba a apoyar. Nadie lo tomó muy en cuenta, con todo el tiempo que quedaba por delante.
El apoyo de Colomines
Mascarell se ha rodeado de un grupo de dirigentes, los que constituyeron Junts per la República, que impulsó el historiador Agustí Colomines, que, a su vez, promueven la Crida per la República. Son diputados, como Toni Morral o Aurora Madaula. A través de ellos se redistribuye material audiovisual y se propaga su candidatura.
Candidatos seguidores de Maragall
Mascarell insiste a sus interlocutores que tiene “un proyecto para la ciudad”, y la ambición para ganar y ser alcalde. Conoce a la perfección a sus adversarios. Y desea competir de tú a tú con Manuel Valls, Ernest Maragall y Ada Colau. Los candidatos, salvo Colau, y con la figura también de Collboni al frente del PSC, proceden del ámbito socialista, y reivindican el sello de la gestión de Pasqual Maragall.
El problema ahora está en el seno de la Crida, del entorno de Puigdemont y en la dirección del PDeCAT. Mascarell no quería someterse a unas elecciones primarias, y así se lo hizo saber al propio Puigdemont en un viaje reciente a Waterloo. Tras difundirse el nombre de Borràs, y sin que nadie tome decisiones, Mascarell da el paso, para que sea, precisamente ahora, responsabilidad de los partidos de ofrecerse y darle cobertura. La batalla por Barcelona se intensifica.