La culpa de todo la tiene el Estado. Este es el mantra que el portavoz de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, volvió a entonar para valorar una huelga de médicos que ha puesto de manifiesto la errática gestión del Govern en materia de servicios públicos. Y no solo eso: Pujol fue objeto de un alud de críticas al quitar importancia a las listas de espera, que considera “migajas” que distraen la atención de lo importante, esto es, de la consecución de la independencia de Cataluña.
Pujol forma parte de ese núcleo duro de neoconvergentes que utiliza la aplicación del artículo 155 y las deudas pendientes del Estado con Cataluña para desviar la atención sobre la gestión de los servicios públicos. Las manifestaciones y huelgas convocadas en diferentes sectores públicos catalanes –salud, educación, Mossos, función pública…-- demuestran que esa cortina de humo ya no se sostiene. Y que el procés ha ido acompañado de muestras de irresponsabilidad por parte del Govern.
Un ejemplo de ello es la ausencia de representantes de la Generalitat en las últimas cuatro reuniones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), órgano permanente de coordinación, cooperación, comunicación e información de los servicios de salud. Su finalidad es promover la cohesión del sistema de salud “a través de la garantía efectiva de los derechos de los ciudadanos en todo el territorio del Estado".
Escenificación del pulso al Estado
En las reuniones del CISNS se abordan asuntos de especial importancia y se determinan los planes de salud conjuntos entre Estado y comunidades autónomas, así como sus fuentes de financiación. Cataluña ha estado ausente en las últimas cuatro convocatorias para escenificar su pulso con el Estado.
En la última convocatoria, el orden del día contemplaba 26 puntos, entre los que destacan el plan nacional para abordar la hepatitis C, el calendario vacunal y el cáncer infantil. La asistencia al Consejo puede ser delegada en cualquier persona que el Govern decida.
La Generalitat argumenta que sus relaciones con el Gobierno se deben realizar de forma bilateral, y no multilateral. Así se aseguró desde la Consejería de Salud tras el plante dado el 28 junio de 2018 a la reunión del Consejo, la primera tras la toma de posesión de Pedro Sánchez como nuevo presidente español. El único punto del orden del día era abordar la universalidad sanitaria, algo que, según el departamento, ya está garantizado en Cataluña.
Por ello, el diputado de Ciudadanos Jorge Soler presentó el pasado día 15 una propuesta de resolución para que el Parlament inste al Govern a asegurar la asistencia de un representante catalán en todas las reuniones del CISNS "con el objetivo de garantizar el mejor servicio sanitario a los ciudadanos de Cataluña y defender sus intereses en el ámbito de la salud".