Así, de un plumazo, dos consejeros del Govern se han cargado el secreto de sumario de una investigación judicial. Así lo ha confesado la consejera de Cultura, Laura Borràs, quien ha desvelado que su homólogo de Interior, Miquel Buch, "me ha dicho que los Mossos no me investigan, que era la Policía Nacional". Y ha añadido que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña tampoco lo ha hecho. Borràs se refiere a la sus cinco años de gestión al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), por la que está siendo investigada por un caso de presuntos contratos públicos irregulares.

Aunque después se han hecho matizaciones en las redes sociales, las declaraciones de Borràs no han pasado desapercibidas para Ciudadanos, que ha pedido la comparecencia de los consejeros en la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlament. En el caso de Borràs, es para que informe de la indiciaria contratación irregular en la ILC. La formación naranja también insta a Buch a dar explicaciones sobre su "deber de confidencialidad en el marco de la debida colaboración con las autoridades judiciales", que parece haber vulnerado en su conversación con la consejera.

La investigación la lleva a cabo el Área de Delitos Económicos de los Mossos por orden de un juzgado de Barcelona y está bajo secreto de sumario. Se sospecha que desde la ILC se fraccionaban los encargos de los servicios informáticos para rebajar su coste unitario y así esquivar el concurso público preceptivo.