Dirigentes del PDeCAT se rebelan ya contra Puigdemont
Candini y Pascal rechazan una fusión o una absorción con la Crida de Puigdemont, que encarga al senador Cleries que defienda públicamente el invento del expresidente
20 noviembre, 2018 00:00Rebelión a bordo. Del armario convergente salen ya dirigentes que se niegan a seguir el proyecto ideado por Carlos Puigdemont. “Ni una fusión ni una absorción” del PDeCAT en la Crida del expresidente. Con argumentos, y con la voluntad de defender un “espacio ideológico”, Montserrat Candini, miembro de la ejecutiva del partido, y la excoordinadora general, Marta Pascal, son la avanzadilla de un movimiento más general.
Lo que defienden estos dirigentes es la continuidad del PDeCAT como fuerza política autónoma, mientras los afines a Puigdemont encargan al senador Josep Lluís Cleries, que trate de difundir lo contrario públicamente, a través del diario Ara, después de comprobar que Marta Pascal no ha quedado hundida, y que aprovecha los medios de comunicación --el mismo diario soberanista-- para reivindicar el legado de los exconvergentes.
Acto de la Crida, con Puigdemont
Las candidaturas del PDeCAT
La lucha es sin cuartel, y a la espera de cómo pueda articularse la Crida Nacional, el movimiento-partido de Puigdemont, que celebra su congreso constitutivo la primera semana de diciembre. La dirección del PDeCAT quiere esperar hasta ese momento, para comprobar quién forma parte de la ejecutiva y cómo se organiza, con figuras relevantes como Jordi Sànchez, y Ferran Mascarell.
Montserrat Candini, alcaldesa de Calella, defiende que se presentará a las elecciones con las siglas de JuntsxCalella, con la colaboración con otras asociaciones y entidades de la localidad, con la idea de que el objetivo de la independencia “nunca debe pasar por someter un determinado espacio ideológico”.
Josep Lluís Cleries, senador del PDeCAT
Pascal y las cosas por su nombre
Miembro de la ejecutiva, en una entrevista en laxarxa.cat, Candini reclama que el PDeCAT defienda su propio espacio, con una taxativa negativa a integrarse en la Crida: “la relación no pasará nunca ni por la fusión ni por la absorción”. Su idea es que Marta Pascal fue “injustamente sacrificada en el Congreso del partido”.
Siguiendo una estrategia conjunta, en diferentes frentes, Pascal reivindica el espacio de la exConvergència, aprovechando el 44 aniversario de la fundación del partido. Y en un artículo en el diario Ara, este pasado sábado, consideró que el PDeCAT “es un proyecto perfectamente viable si es capaz, y estoy convencida que lo será, de expresarse con toda su fuerza desde la centralidad política y ser útil a los ciudadanos. Se puede llevar a cabo, hacer política persiguiendo ideales, con el rigor intelectual y político que se espera de los que quieren liderar grandes proyectos, situando las ambiciones del país por delante, asumiendo errores, alejando los apriorismos ideológicos y con respecto para todos”. Con el título de Decir las cosas por su nombre, Pascal constata que la apuesta es por el partido, y no por un proyecto personal, en manos de Puigdemont, que es como se ha organizado la Crida.
La alcaldesa de Calella, Montserrat Candini
"No sacralizar las siglas"
Ante esa ofensiva de algunos dirigentes, que comparten otros miembros de la dirección, y personalidades con gran ascendencia interna, como Mercè Conesa, presidenta del Puerto de Barcelona, o la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, el núcleo duro de Puigdemont ha movido sus piezas. Y “encargó” al senador Josep Lluís Cleries, según fuentes independentistas, que contestara a Pascal, en el mismo diario Ara, para defender el proyecto de la Crida.
Cleries, un estrecho colaborador de Jordi Pujol, --fue consejero de Bienestar Social-- un hombre de la Convergència clásica, que ha endurecido su discurso en los últimos años, respondió de inmediato tomando al vuelo las palabras de Pascal: “Siempre hay que decir las cosas por su nombre, y, por tanto, se debe decir que el PDeCAT, un partido que aspira a ser continuador político de CDC, y en el que milito, debe buscar la mejor manera de representar los intereses y los deseos de todos los catalanes en este momento difícil. No se pueden afrontar los retos de la sociedad catalana de hoy con las recetas de siempre. (…) “Debemos superar el riesgo de división y debemos ser capaces de aportar nuestra singularidad a un proyecto amplio. Para hacerlo hace falta generosidad y altura de miras, hay que saber debatir y aceptar las diferencias, ser flexibles y no sacralizar las siglas”.
A la espera de Mas
Josep Lluís Cleries sentencia que está “convencido” de que el deseo de los electores que votaron en su momento a Convergència “ofrecen su apoyo a los nuevos instrumentos políticos que se han creado con el impulso del presidente Puigdemont y otras personas comprometidas con la libertad nacional”.
El pulso existe, y no está decidido. Puigdemont comprueba que en el PDeCAT hay resistencia y que su presidente, David Bonvehí, no es la pieza maleable que había previsto. Todo está pendiente de cómo se muevan otros dirigentes y referentes, como Artur Mas, que podría inclinar la balanza cuando la Crida comience a dar sus primeros pasos.