Prudencia. Mucha prudencia. Xavier Casals, uno de los mayores expertos en movimientos de ultraderecha y neonazis, asegura que hay un componente mediático en el auge de Vox. Y aunque las encuestas apuntan a la irrupción del partido liderado por Santiago Abascal en las elecciones andaluzas y generales, algo que atribuye a su alta exposición pública, avisa de que esos datos son volátiles. “La única previsión es que los resultados son imprevisibles”, explica este doctor en Historia por la Universidad de Barcelona en declaraciones a Crónica Global.
El doctor en Historia de la Universitat de Barcelona y experto en movimientos de extrema derecha, Xavier Casals
Considera el historiador que el primer gran test sobre el pretendido auge de Vox van a ser las elecciones andaluzas. “Si entra en el Parlamento andaluz, aumentarán las expectativas de cara a las elecciones generales. Pero insisto en que estamos en un momento de máxima volatilidad y que no se pueden extrapolar datos”, indica. Pone como ejemplo de ese efecto mediático el hecho de que Pacma supere a Vox en la encuesta del CIS, a pesar de que el partido animalista apenas tenga exposición pública. Ello demuestra, según Casals, que existe una gran insatisfacción entre el electorado. Así, mientras la derecha se inclina por Vox, la izquierda elegiría a Pacma.
Incertidumbre y 'procés'
La incertidumbre sobre la convocatoria de las elecciones generales y catalanas alienta esas perspectivas de crecimiento de Vox. Obviamente, explica, el procés independentista también ha contribuido a potenciar esa proyección mediática de Vox, cuyo discurso ha evolucionado durante el tiempo. Creada en 2013 por disidentes del PP, esta formación debutó electoralmente en las europeas de 2014, donde obtuvo 246.833 votos. No logró representación, pero en las municipales de 2015, sí sacó 22 concejales y dos alcaldías.
“Vox comenzó con un mensaje basado en la necesidad de aligerar las estructuras del Estado, pero ahora se centra más en memoria histórica, la unidad de España e inmigración. Combina temas viejos y nuevos y tiene un discurso homogéneo en toda España”. Desde 1982, año en que se disolvió Fuerza Nueva --a diferencia del Frente Nacional de Jean Marie Le Pen, este partido liderado por Blas Piñar no supo unificar las distintas tendencias de extrema derecha--, ninguna fuerza había logrado consolidarse en ese espectro político. “Vox le ha dado una nueva oportunidad a un espacio donde, hasta ahora, había numerosas siglas. Su oferta es conocida y se identifica con un líder”, indica el experto.
Tensión en la concentración contra la violencia machista y 'La Manada' en Santa Coloma de Gramenet
Y mientras Vox aboga ahora por suprimir todas las comunidades autónomas, Plataforma per Catalunya “nació en 2003 en Vic, se expandió rápidamente en los comicios locales en 2007 (obtuvo 17 concejales) y 2011 (67 ediles). Se presentó en las autonómicas de 2010, pero no logró entra en el Parlament. PxCAT reapareció el pasado martes en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) lanzando consignas contra la inmigración con motivo de la detención de varios jóvenes magrebíes acusados de atacar sexualmente a una joven. “A diferencia de Vox, PxC era un partido exnovo que no partía de ninguna escisión ni tenía vínculos con el pasado”, dice Casals.
El doctor en Historia cree que la irrupción de Vox puede condicionar los discursos de PP y Ciudadanos, más endurecidos en los últimos meses, dado que existe una competencia por captar el voto situado a la derecha. “Eventualmente, el espacio de centro derecha podría quedar huérfano. Pueden ocurrir muchas cosas. Pero, por ejemplo, veo a Ciudadanos retirando su veto a los presupuestos generales del Estado en el Senado. Quizá quiera distanciarse y dirigirse a ese centro”, explica.