La líder de Ciutadans en el Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías, ha reprochado este viernes a la alcaldesa, Ada Colau, su "ausencia" en la política municipal justo en un momento en el que "los problemas de la ciudad se agravan" y crecen las protestas de los vecinos. La concejal ha lamentado que la alcaldesa esté más preocupada de los presupuestos de Sánchez que de las cuentas municipales, de las que apenas se conocen detalles

La concejal también ha señalado a los tenientes de alcalde Gerardo Pisarello y Jaume Asens como culpables de la "parálisis" que vive el gobierno municipal. En este sentido, Mejías ha destacado las ausencias reiteradas de Pisarello en la comisión de Economía, mientras "sí tiene tiempo para irse a Waterloo", en referencia a la reunión mantenida entre el teniente de alcalde y el expresidente Carles Puigdemont

Incidentes en el Metro

A raíz de los últimos incidentes en materia de seguridad --de los que ha resaltado las recientes agresiones de grafiteros a usuarios en el Metro--, la líder de Cs pedirá diferentes comparecencia del responsable de seguridad para que dé explicaciones "sobre las actitudes violentas de los grafiteros en el metro”. “Colau sigue sin actuar mientras la inseguridad se agrava con ataques a los miembros de seguridad y a los pasajeros”, ha añadido. 

La líder de la formación naranja ha destacado que también van a solicitar la comparecencia del responsable del gobierno municipal para conocer las medidas preventivas para evitar agresiones y defunciones en las calles de Barcelona. “Es gravísimo que 46 personas hayan muerto por dormir al raso mientras el gobierno de Colau sigue paralizado”, ha lamentado.

Críticas compartidas

Sobre los incidentes en el Metro también se ha pronunciado este viernes el grupo municipal de ERC. Los republicanos propondrán en la próxima comisión de Presidencia que el Gobierno municipal impulse un plan de seguridad específico para evitar nuevos actos vandálicos en el suburbano.

ERC pedirá que se establezca un protocolo de intervención que permita proteger a trabajadores e usuarios, en una iniciativa que se produce después de los incidentes del pasado fin de semana, cuando 34 grafiteros pararon un convoy en el estación de Maragall de la L4 y agredieron a tres usuarios.