Los abogados de los políticos independentistas presos se han caracterizado en las últimas semanas por una defensa cerrada de la causa, con una frontera muy estrecha entre el letrado y el activista. Uno de ellos es Jaume Alonso Cuevillas, activo en los medios de comunicación y en las redes sociales. Esa conexión entre el mundo independentista y los abogados, con una complicidad con los sectores sociales más movilizados, ha llevado a Cuevillas a ofrecerse como posible candidato a las elecciones europeas, y, al mismo tiempo, al núcleo político de Carles Puigdemont a pensar en él como baza electoral. Ocurre también con el abogado de la exconsejera Clara Ponsatí, Aamer Anwar, que protagoniza discursos incendiarios, más propios de un activista que de un abogado.
Cuevillas coincide con Puigdemont en la necesidad de que todo el independentismo se una y mantenga una estrategia común. En su cuenta de twitter, el mensaje que tiene fijado hace referencia explícita a esa idea, con los brazos unidos de la ANC, Òmnium, Esquerra Republicana, Junts per Catalunya y la CUP. Su deseo sería formar parte de una candidatura independentista común.
En el Polònia, y todos los platós
Y, de hecho, Puigdemont quiere valerse de Cuevillas, como apuntan fuentes independentistas a Crónica Global, para buscar esa unidad, a pesar de que Esquerra insista en que se deben establecer caminos distintos, y haya designado ya a Oriol Junqueras como cabeza de lista para las europeas.
Alonso Cuevillas, catedrático de derecho procesal, exdecano del ICAB, y abogado ahora de Puigdemont, cuenta con la simpatía del mundo independentista, y ha logrado cierta popularidad al aparecer en las imitaciones de Polònia, el programa de humor de TV3, que sigue logrando enormes audiencias cada semana. Eso no ha pasado inadvertido para Puigdemont.
Cuevillas, con Rahola y Laporta, en una visita a Waterloo
Buscar la unidad
El problema es que esa unidad parece ahora imposible. Esquerra se mantiene inflexible, a pesar de la enorme presión que sigue recibiendo, con los asesores del expresidente en pleno combate intelectual, como el historiador Agustí Colomines, que acusa a los republicanos de no escuchar “a la gente que pide unidad”, en referencia a las peticiones de los manifestantes en las puertas de las prisiones, como ocurrió el pasado viernes en Lledoners.
En ese caso, Cuevillas se perfila como candidato en la candidatura que pueda diseñar la Crida, el partido que trata de organizar Puigdemont. En las últimas elecciones europeas, en 2014, Esquerra ganó los comicios con 594.149 votos, lo que le proporcionó dos eurodiputados, Josep MariaTerricabras y Ernest Maragall, que, en la mitad del mandato --como había acordado con el partido-- dejó el escaño a Jordi Solé. Por detrás de ERC, quedó la Coalición por Europa, en la que participaba CiU, con 548.718 votos y dos eurodiputados, Ramón Tremosa y Francesc Gambús.
Por detrás de ERC
En las últimas semanas, Tremosa ha intentado mantenerse en el grupo ALDE, que agrupa a los liberales europeos. Tras las presiones de Ciudadanos, integrados también en ese grupo, el ALDE expulsó a Tremosa, al pertenecer a un grupo, el PDeCAT --heredero de Convergència-- que promovió el movimiento independentista en España.
Mientras, Gambús sigue como eurodiputado en el grupo del Partido Popular Europeo, donde se había integrado históricamente Unió Democràtica. Gambús mantiene el escaño, después de haber roto con Unió, producto también del proceso soberanista.
Actos sobre los presos
Quedan muchos flecos que Puigdemont y el PDeCAT deben resolver, junto con la Crida, que pretende ser la gran confluencia del independentismo. Pero Cuevillas ya se ha posicionado. Como el programa Polònia cuenta con humor, Cuevillas está en “todos los platós de televisión”.
Él mismo relaciona comentarios de dirigentes independentistas en las redes sociales, y protagoniza conferencias en actos organizados por el mundo soberanista para analizar la situación jurídica de todos los políticos presos.