Fuera del foco. Los encuentros entre el catalanismo o el nacionalismo se han establecido históricamente con otros nacionalismos, como el vasco. Pero, ¿cómo se reforma un Estado si los dos principales territorios difieren en el diagnóstico y en las estrategias? Diferentes intelectuales y profesionales han pensado que ha llegado el momento de establecer un eje catalano-andaluz para reformar España, y se han puesto en contacto. Se trata de un primer encuentro, Diálogos. Andalucía-Cataluña, que se celebrará los días 26 y 27 de octubre en Sevilla.
Javier Aristu y Javier Tébar, desde Andalucía y Cataluña, respectivamente, han levantado un puente que llevará a Sevilla a 70 participantes --en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo-- con el objetivo de iniciar un proceso de reformas, que supere el actual debate entre el independentismo y España, entre el todo o la recentralización. La premisa de entrada es que las históricas relaciones entre las dos comunidades debe servir ahora como palanca de cambio.
Desde la izquierda ortodoxa
Los organizadores, sin embargo, tienen un origen. Forman parte de la izquierda ortodoxa, como se podría denominar ahora. Aristu fue secretario general del PCE en Sevilla entre 1982 y 1987. Profesor de lengua y literatura, Aristu no esconde que la cumbre de intelectuales y profesionales “parte de una apuesta por la reforma desde la izquierda federal”, asegura a Crónica Global. Asume que el independentismo, una buena parte, ya no desea esa estación. De hecho, el nacionalismo catalán y vasco nunca han apostado por una España netamente federal. “Es, todo caso, un inicio, un punto de encuentro, que no aboga por una salida política, sino que desea poner en valor los lazos culturales, sociales y políticos de las dos comunidades, y promover cambios que beneficien al conjunto”, señala Aristu. Tébar, profesor de Historia Contemporánea en la UB, es el otro organizador del encuentro.
Las dos intervenciones iniciales, que marcarán el debate, las protagonizarán el historiador sevillano Carlos Martínez Shaw, y el filólogo y ensayista catalán Jordi Amat, autor de La conjura de los irresponsables, que se ha convertido en el manual que ha descubierto para buena parte del resto de España los entresijos del embrollo catalán. Amat señala a Crónica Global que se trata de un hito: “Es de gran importancia que exista esa comunicación, ese intercambio de propuestas e ideas entre Andalucía y Cataluña, algo que se había dejado de lado, más allá de si esa defensa de un proyecto federal gusta o convence a una parte del independentismo”.
La figura de Comín, Alfonso Carlos
Los participantes son ilustrativos de las pretensiones de los organizadores: Ángel Duarte, Jordi Amat, Enric Juliana, María Comín, Mercedes García Aran, Carlos Arenas, Joan Coscubiela, Ana Carmona, Bartolomé Clavero, Blanca Rodríguez, Juan Torres, Antonio Soler, Laia Bonet, Andreu Mayayo o David Fernández, el exlíder de la CUP, que ha sido invitado y que será de las pocas voces que apuestan por la independencia de Cataluña.
Se trata de un encuentro de la izquierda, de sectores de izquierda, pero que busca una apertura hacia todos los que defiendan una España posible. La pretensión es “modesta, pero con el deseo de iniciar un proyecto que pueda tener viabilidad”, señala Aristu, autor de una obra de referencia, El oficio de resistir, miradas de la izquierda en Andalucía durante los años sesenta, un libro en el que el autor destaca a figuras como Alfonso Carlos Comín, quien, a su vez, había abierto un nuevo camino para entender Andalucía con su obras España del Sur y Noticia de Andalucía. Una de sus hijas, María Comín, de Federalistes d’Esquerra, estará en la cumbre de Sevilla.
Mirada periférica
Los organizadores señalan que se trata de “emular los Diálogos de las culturas, organizados por la revista Cuadernos para el diálogo en el Monasterio de Montserrat en 1968, en plena dictadura, que reunió a un grupo de intelectuales catalanes y españoles que llegaron a compartir los objetivos de democratización y conquista de las libertades. Si entonces fue posible el diálogo, creemos que hoy también lo es”.
Lo que se reclama es una “mirada periférica”, más allá de la rivalidad o del duelo bilateral entre Madrid y Barcelona. La pretensión es que haya un partido de vuelta, el próximo año, en Barcelona.
Pluralidad interna
El historiador Manuel Peña, que ha vivido en Cataluña y ahora reside en Andalucía, considera que “el diálogo entre las dos comunidades es más necesario que nunca”, pero, como admiten Amat y Aristu, sostiene que es una de las partes, que el independentismo no comulga con una idea federal de España, y que querrá superar ese posible punto de encuentro. Lo que reivindica Peña, y así lo defenderá en su intervención en las jornadas en Sevilla, es que si se reconoce de forma más adecuada la pluralidad en España, también se debería incidir en “la pluralidad interna de Cataluña”, y que en ese terreno si se debería alcanzar un consenso.
Aristu, en ese debate de ideas, también entra en una cuestión que en Cataluña está muy presente, y no únicamente en el campo nacionalista. “Sí, es verdad, Andalucía puede haber actuado como freno. Tanto el estamento político en los gobiernos como en la oposición en Andalucía ha sido reacio al cambio, a la reforma, y eso debería cambiar. Pero en Cataluña se debería ser consciente de que en Andalucía hay pluralidad, no es monolítica, como tampoco lo es la propia Cataluña”.
Apoyo de intelectuales
Los trabajos se han dividido en tres ejes de discusión: Nuevos y viejos problemas, Europa, España, Cataluña, Andalucía; Economía, trabajo y sociedad. Las actuales sociedades en transformación, y Nación, nacionalidad, región: cultura, marco institucional. El proceso soberanista en Cataluña estará en el fondo de todas las discusiones, aunque, a priori, no se quiera abordar de una forma abierta.
A favor del proyecto, aunque no podrán asistir, se han pronunciado diversos profesionales: Marina Subirats, Jordi Gracia, Josep Maria Fradera, Rosa Lluch Bramón, Andreu Claret, Raimon Obiols, Javier Pérez Royo, Argelia Queralt, Gemma Lienas, Jaume Barberà, Montserrat Duch, Joaquim Lleixà, Faustino Miguélez Lobo, Alfredo Rubio Díaz y David Casassas.