Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona ha anunciado un nuevo plan de seguridad que se pondrá en marcha a partir del 1 de noviembre. Según el secretario de Interior, Brauli Duart la nueva estrategia a seguir por el consistorio no implicará un aumento del número de Mossos d'Esquadra sino una reorganización del cuerpo en la ciudad.
Duart tras la Junta Local de Seguridad --a la que no ha asistido Miquel Buch por enfermedad-- ha subrayado que la nueva fórmula trata de una reestructuración interna que permite que haya más agentes informados en las calles y que los redistribuirán dependiendo de las necesidades de la ciudad.
Reacción de la oposición
Parte de la oposición no está conforme con los nuevos acuerdos entre consistorio y Generalitat. Por ejemplo el líder del PSC, Jaume Collboni, ha tachado la junta de “tomadura de pelo”. El dirigente socialista ha avisado de que los delitos han aumentado mientras se prevé un descenso de la Guardia Urbana por la futura jubilación de varios agentes.
Ha asegurado que a la ciudad le corresponden más Mossos. Además, ha exigido una propuesta concreta de aumento de efectivos. Apunta que el gobierno del consistorio ha enviado durante meses "mensajes erráticos sobre seguridad". Collboni considera que el equipo de Colau ha criminalizado a la Urbana y ha creado un clima de permisividad con actividades como el top manta.
Reforzar zonas
Colau ha manifestado que con este plan de seguridad se pretende reforzar las zonas más conflictivas de la ciudad condal como Ciutat Vella. Dentro de la nueva fórmula se estima que los agentes puedan identificar a personas para comprobar si llevan armas blancas o si tienen algún requerimiento judicial pendiente.
Ha reconocido que los Mossos no están al 100% de su capacidad y efectividad en Barcelona, pero ha apuntado que confía en que la policía catalana cumpla e impulse la reorganización. "Si no se nota este cambio de intensidad, seré la primera en levantar la voz", ha amenazado la primera edil.
Conflicto con la Generalitat
Ha criticado --aprovechando la ausencia del consejero Buch-- las diferencias de criterio que ha mantenido en los últimos meses con la consejería de Interior, aunque ha admitido que su obligación es ponerse de acuerdo.
Ha afirmado que ya pidió más policía para Barcelona a la Generalitat, pero para el aumento de la plantilla del cuerpo policial se necesita unos procedimientos, unas convocatorias y una formación que provocan que "de forma inmediata no sea posible tener más agentes en Barcelona".