La Assamblea Nacional Catalana (ANC) dice basta y lanza un ultimátum al Govern: o este fija "antes del 21 de diciembre una única y nítida estrategia de gobierno para la implementación de la república catalana", o intensificará su presión contra el Govern mediante la organización de movilizaciones para que "dé un paso al lado" y deje su sitio a otros dirigentes más determinantes, lo que se podría traducir en unas elecciones.
Así lo ha decidido la entidad presidida por Elisenda Paluzie hoy en una reunión del secretariado nacional, en la que han hecho "un balance bastante crítico de la actuación de este Gobierno --presidido por Quim Torra-- en estos cuatro meses".
Ningún compromiso electoral cumplido
La entidad nacionalista ha analizado la "acción de gobierno" de JxCat y ERC y "ha podido constatar que ninguno de los compromisos electorales prometidos por parte de los partidos independentistas se ha llevado a cabo".
Así, lamentan que "el Govern destituido por el 155 no se ha restituido y ni el Parlament ni el Govern están dispuestos a desobedecer". Además, alertan de que "la falta de acuerdo entre los grupos parlamentarios independentistas no garantiza que se pueda ejercer la mayoría independentista en el Parlament".
Apuesta por la vía unilateral
El "plan estratégico" aprobado por amplia mayoría del secretariado de la ANC prevé "tres escenarios" posible para llegar a la independencia. El primero --que la entidad no considera "realista"-- sería un referéndum acordado bilateralmente con el Estado. El segundo --"poco probable"-- consistiría en un referéndum "forzado" por la presión internacional Y el tercero sería la "vía unilateral".
Según la ANC este tercer escenario es "el más realista". Por ello, instan a "activar a la ciudadanía" y al Govern para prepararse para esta opción. Y advierten de que mantendrán un "posicionamiento crítico vigilante".
"Distender" no es una opción
La ANC critica al Govern por las grandes diferencias mostradas "entre lo que se dice y lo que se hace". Y le pide "recuperar la unidad de acción parlamentaria con la CUP". "Distender y pretender una normalización en el actual contexto es dilatorio y desmoviliza, y no será efectivo", advierten.
Durante la manifestación independentista del 11S, Paluzie ya lanzó un aviso a los partidos independentistas y les abroncó por no avanzar hacia la secesión. Les exigió unidad y "determinación" para "hacer efectiva la república", y les instó a no engañar a las bases independentistas y tratarlas "como adultos". Además, pidió priorizar "el interés colectivo al de partido" y a "defender la república" mediante otro "embate democrático".
Semana 'horribilis'
La ANC aumenta de esta forma la presión sobre el Govern como colofón a una semana horribilis para el independentismo catalán. El sábado pasado la imagen pacífica que trataba de proyectar al mundo se quebró con la agresión a un policía y con los ataques a los Mossos d'Esquadra que protegían una concentración de Jusapol en Barcelona. El lunes, la violencia se desbordó cuando un grupo de participantes en la manifestación conmemorativa del 1-O trató de asaltar por la fuerza el Parlament. Los disturbios registraron decenas de heridos.
Y el jueves, la fractura total entre el JxCat y ERC quedó plasmada en la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre cómo afrontar la interlocutoria del Tribunal Supremo de suspensión de los diputados procesados. ERC se mostraba más dispuesta a acatar la orden de delegar las funciones de los parlamentarios suspendidos, mientras que JxCat pretendía simplemente delegar el voto para demostrar su desacato a la justicia. Al final, tras una jornada caótica, la Mesa --presidida por Roger Torrent (ERC)-- decidió aplazar la última jornada del Debate de Política General hasta el martes.