La independencia no llega y la rivalidad es extrema. El entorno de Carles Puigdemont presiona todo lo que puede, con el presidente Quim Torra como mensajero y Esquerra Republicana como el que recibe todos los golpes. Los gurús de Puigdemont echan leña al fuego y retan a Esquerra a “romper con Llarena”.
Uno de ellos es el sociólogo Salvador Cardús, cada vez más animado a actuar como general en la reserva que lleva a la tropa hasta el desfiladero. Cardús, que tiene a su hijo Pere Cardús, periodista con trayectoria en diferentes medios, en el gabinete de Torra, ha pedido que Esquerra desobedezca al juez Llarena y no se suspenda a los diputados que están fuera de España o en la cárcel.
Acatar o no acatar
Según Cardús, la opción es clara: “Acatar o no acatar a Llarena, esta es la cuestión. ERC quiere desobedecer al estilo CUP de Berga: sólo simbólicamente, pero acatando realmente. Mira si es fácil de entender”.
Esa es la consigna de todo el entorno de Puigdemont: presionar contra Esquerra, y, en particular, contra el presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent. En una especie de “perdidos al río”, esa opción significaría un choque frontal, que no facilitará en ningún caso futuras operaciones para mejorar la situación de los políticos presos.
Cargarse a Esquerra
Otro de los gurús, incansables, es Agustí Colomines, asesor de Puigdemont, y de Torra, que también pide ir hasta el final, al barranco, en una especie de cuanto peor, mejor, el lema de Sendero Luminoso en Perú. Buscar las contradicciones de Esquerra es el mayor cometido, aunque ahora Colomines defiende que se acometan reformas en varios campos, como medida para demostrar que será necesario poner en pie la república catalana.
La presión es enorme y lo mensajes se suceden. ¿Objetivo?: cargarse a Esquerra.