Los Pujol han pedido ayuda a José Manuel Villarejo, el comisario jubilado y encarcelado, para que les libere de las acusaciones de corrupción que pesan sobre la familia del expresidente de la Generalitat.
El tercero de sus hijos, Josep Pujol Ferrusola, envió una carta en mayo pasado a Estremera, donde el polémico expolicía está ingresado, para que explique quién le encargó la denominada operación Cataluña. Los Pujol consideran que las acusaciones que caen sobre ellos forman parte de esa trama.
Inicativa personal
El policía, según publica El País, no ha contestado la misiva. La idea, al parecer, partió de Josep Pujol, que evitó consultarla con sus abogados. El hijo de Pujol conocía a Villarejo, quien está encarcelado desde noviembre de 2017, acusado de cohecho, revelación de secretos, falsedad documental, organización criminal y blanqueo por encabezar la trama de corrupción policial del caso Tándem.
Fue una de las dos únicas misivas que Villarejo recibió aquel mes, según fuentes penitenciarias. En el remite figuran el nombre y el primer apellido del tercer hijo del expresidente catalán y una dirección de Barcelona.
Dos reuniones
Josep Pujol conoce a Villarejo, con quien se reunió en dos ocasiones en 2014. De hecho, tuvo que declarar por esos encuentros en la Audiencia Nacional después de que la policía encontrara alusiones a esas citas en una libreta que le confiscó durante un registro.
En la carta, le recuerda que en ambas ocasiones Villarejo presumió de haber participado en la construcción de acusaciones contra su familia, incluida la filtración de movimientos de sus cuentas bancarias cuando trataban de huir de las pesquisas policiales.
Las conversaciones
Villarejo negó esa versión de las conversaciones con el hijo de Pujol, quien ahora le ruega --y apela a la compasión-- que cuente quién le ordenó investigarles y crear datos falsos para sustentar las acusaciones.
Josep Pujol sostiene que se reunió con Villarejo en febrero de 2014 en Madrid a instancias de un abogado y que el policía le reclamó información que pudiera comprometer a ERC, a lo que se negó. La amenaza eran los informes sobre los negocios irregulares de su hermano mayor, Jordi, y la esposa de éste, Mercè Gironés.
Desde Andorra
En verano aparecieron publicados los movimientos de sus cuentas andorranas, lo que llevó a la confesión pública de Jordi Pujol Soley sobre la deixa de su padre.
La segunda reunión con Villarejo se produjo en octubre del mismo año en un hotel madrileño, y en ella el policía presumió de ser el autor de los montajes.