Felipe González, presidente del Gobierno español desde 1982 a 1996, ha expresado su preocupación por la actitud del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que a su juicio parece más "el presidente de los CDR" que el de todos los catalanes, incluidos los Mossos d'Esquadra.
El ex líder del Ejecutivo criticado a Torra por haber llamado "amigos" a los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) y alentado a seguir "apretando" con sus movilizaciones callejeras.
Artículo 155
González ha evitado ser categórico para afirmar si se debería volver a aplicar ya el artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Aunque cree que hubiera sido oportuno aplicarlo hace cuatro años, cuando el expresidente Artur Mas convocó la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014, pues algunas de sus consecuencias se habrían evitado. Como, por ejemplo, la "evidente deslealtad institucional que estamos viviendo".
González ha recordado que nadie le entendió por defender esa postura hace años, y que siempre ha sido "condenado a las penas del infierno" cuando decía que el 155 era un artículo tan constitucional como los demás, que llamaba a la responsabilidad política, y no a "ampararse debajo de las togas para resolver problemas políticos".
Ataques "indecentes" a Llarena
Sobre las declaraciones de la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, que se mostró partidaria del indulto a los líderes independentistas presos en caso de ser condenados, González ha expresado su apoyo al juez Pablo Llarena, porque "sobre sus hombros, y no le corresponde, pesa nada más y nada menos que la defensa del Estado democrático de derecho y la integridad".
"Ahora yo estoy más solidario con él, independientemente de que tenga criterios distintos respecto de los delitos de rebelión o de sedición", ha matizado González, quien ha remarcado que el magistrado ha sido "indecentemente atacado por los que no respetan ni la independencia del poder judicial ni la Jefatura del Estado y, a la vez, piden respeto para ellos".
Las líneas rojas del 6 y 7 de septiembre
Para González, el Gobierno de Sánchez intenta "distender" y hacer un esfuerzo de diálogo, pero hay que saber, ha advertido, si "conduce a algo", porque los independentistas, encabezados por Torra, tienen una posición "binaria" en la que lo único que quieren negociar es "lo que no se puede negociar: la autodestrucción de la integridad territorial y la soberanía de España". Y aunque "el diálogo por el diálogo es mejor que el enfrentamiento por el enfrentamiento", para González con esa posición binaria es difícil que haya una negociación.
El ex presidente del Gobierno ha evitado valorar si Sánchez ha sido demasiado condescendiente con los independentistas. En su opinión, "todas las líneas rojas" se traspasaron "de una vez" el 6 y 7 de septiembre del año pasado, cuando el Parlamento catalán derogó el Estatuto de Autonomía y la Constitución en el Parlament con mayoría simple, saltándose las leyes y las recomendaciones de sus letrados. Y lo demás fueron "derivadas de eso".
Peticiones "disparatadas"
Respecto a la posibilidad de que Sánchez pueda contar con los independentistas para aprobar los próximos presupuestos, ha incidido en que desconoce cuáles son las motivaciones que pueden llevar a votar sí o no a los partidos independentistas, y en todo caso, algunas de las cosas que ha oído al respecto, como vincular ese voto a interferir en el poder judicial, son "imposibles y disparatadas".
Así lo ha indicado en declaraciones a los medios en Zaragoza, donde ha sugerido al PP que hable con el Ejecutivo de Pedro Sánchez sobre Cataluña si, llegado el caso, se tuviera que aplicar el 155, al igual que hizo el PSOE con el Gobierno de Mariano Rajoy por ser una cuestión de Estado.