“Ayer fue un día triste, muy triste para mí y para muchos que estaban conmigo". Quien esto escribe es un agente de la BRIMO, la unidad antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, que describe los sucesos vividos el lunes en Girona, donde al igual que en otras ciudades catalanes, el independentismo radical salió a la calle, sorprendiendo a la Policía Autonómica sin efectivos ni plan de prevención.
"Ayer estuvimos en Girona en la concentración/manifestación --explica en un escrito al que ha tenido acceso Crónica Global-- que había prevista ante subdelegación de Gobierno español para la celebración del 1 de octubre. Se sabía que iban a tirar polvo de pintura, huevos, bombillas de pintura, etc... Se fueron concentrando ante el vallado que formaron los compañeros Tròpics (pseudónimo), iban viniendo gente tapada con mochilas ¿alguien propuso algún tipo de filtro para impedir que echaran de todo a la línea policial? No”.
Los precarios cascos utilizados por la Unidad de Seguridad Ciudadana (UCE) de los Mossos
“Nosotros Dragons (antidisturbios) con los compañeros Trópics (ARRO) estuvimos detrás de la línea de vallas durante creo de más de tres horas, en tres horas nos tiraron de todo; polvo de pintura, huevos, huevos con pintura, bombillas llenas de pintura, piedras, latas vacías y llenas, botellas de vidrio, globos llenos de castañas, y todo lo que encontraron. En tres horas hicieron lo que quisieron con nosotros, tuvieron tiempo de ir a comprar huevos y hacer puntería con nosotros con todo tipo de objetos, incluso agrediendo con una vara de hierro a un compañero”.
“Estamos acostumbrados a aguantar, pero nunca nada tan descarado”. Asegura estar “orgulloso de los dos mandos operativos que estaban con nosotros en primera línea (como siempre) y que pidieron autorización por activa y por pasiva una intervención, ya sea con agentes, como con todas los instrumentos que tenemos de orden público para repeler los ataques”, pero “todas fueron denegadas”.
“Estuvimos allí delante hasta que se cansaron y no quedó nadie”, añade. Tal como publicó este diario, el responsable de los antidisturbios se enfrentó a su superior por impedir la detención de un menor que golpeó con una vara de hierro a un agente e impedir que la BRIMO acudiera a reforzar a los agentes destinados en el Parlament, que los radicales intentaron asaltar.
"Estoy avergonzado"
“Llevo casi nueve años en la BRIMO --explica este agente--, no son muchos, pero sí he vivido lo suficiente para haber vivido tres huelgas generales, manifestaciones y contra manifestaciones de todo tipo y cualquier tipo colectivo, etc. Pero ayer fue el día que más humillado me he encontrado de todos los años que llevo en la Brigada y como policía”.
“Nunca hubiera creído que escribiría esto, pero estoy avergonzado, muy avergonzado, no de ser policía, ni mucho menos de ser un Dragó, sino de representar al Cuerpo de Mossos.
Seguiré haciendo mi trabajo como siempre porque es lo que me gusta y como buen profesional, pero si alguien no hace nada bien esta institución morirá”.
Este escrito, precisa, “no va dirigido a nadie, simplemente quería plasmar lo que ahora mismo siento y supongo muchos que estuvieron conmigo como los que estuvieron en Barcelona así lo sentirán”.
Acaba con una mención especial a todos los compañero de la USC (Unidad de Seguridad Ciudadana) que fueron corriendo al Parlament con un material de los años de la Diputación, sin material para todos y sin ninguna formación a realizar trabajos no se correspondían. Aún así disteis la cara, esta gente no os merece, gracias”.