Ahora sí, ahora no. El debate abierto por el Gobierno presidido por Pedro Sánchez nada más llegar a La Moncloa, de implementar un impuesto específico para los bancos, pierde fuelle. De momento, queda aparcado, como ha confirmado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sin descartar que se aplique más adelante si fuera necesario.
"La banca tiene que hacer un esfuerzo (fiscal) superior al que venía haciendo. Pero se puede tirar por diferentes caminos: a través de un impuesto dirigido a ellos específicamente o a través de otras figuras. Nosotros hemos optado por ese segundo camino", ha dicho la ministra a TVE, que ha explicado que era más rápido hacerlo así que crear un nuevo impuesto.
La ministra ha afirmado que, aunque "a nadie le gusta tener que aportar más", no encuentra dentro del sector empresarial mucha "crispación" por subir los impuestos a los bancos y a otras grandes corporaciones. "Creo que les viene bien para su imagen reputacional. La banca quedó tocada con la crisis y así pueden reflotar su imagen", ha defendido.
Vías impositivas alternativas
Sobre las vías impositivas alternativas, la titular de Hacienda dejaba claro que las entidades financieras van a aportar más dinero a las arcas públicas con el impuesto a las transacciones financieras (que gravará la compraventa de acciones) y el Impuesto sobre Sociedades, donde el tipo mínimo para las grandes empresas será del 15% en general y del 18% para los bancos.
Montero ha recordado que la presión fiscal en España es ocho puntos inferior a la de otros países de su entorno. "España no es un país donde se paguen muchos impuestos", ha indicado la ministra.