La alcaldesa de Berga, Montse Venturós (CUP), pretende seguir al frente del consistorio barcelonés a pesar de que quedará inhabilitada en las próximas horas, después de que los tribunales la condenasen por mantener la estelada colgada en la fachada del ayuntamiento en campaña electoral. Un concejal, sin embargo, asumirá su firma jurídica a partir de ahora.

Fue el junio pasado cuando el Juzgado 2 de Manresa inhabilitó a Venturós para ejercer sus funciones durante seis meses por desobediencia, después de tener un "juicio político", según ella. En este contexto, la CUP presentó un recurso, pero acaba de retirarlo, por lo que Venturós quedará inhabilitada posiblemente la semana que viene. La condena añade la multa de 6 euros al día durante tres meses.

Desobediencia política

La CUP, no obstante, pretende sortear la situación con la incorporación de un nuevo concejal, decisión que tomará en un pleno extraordinario en el que la sustitución de Venturós no está sobre la mesa. Además, PDeCAT y ERC se han comprometido a no votar a ningún otro candidato, por lo que si otra formación presentase una alternativa difícilmente obtendría los apoyos.

Este gesto es una "desobediencia política", según la CUP, pero en ningún caso jurídica, por lo que se garantiza la continuidad de la gestión municipal. Con todo, Venturós podría presentarse a las elecciones municipales del 2019, aunque no ha confirmado este extremo. Por ahora, será la primera alcaldesa al margen del Estado.

Detenida en 2016

En 2016, los agentes de los Mossos d'Esquadra detuvieron a Venturós al no acudir a declarar en dos ocasiones ante el juez por el asunto de la estelada en dos campañas electorales (las catalanas del 27S y las generales del 20D).