El Gobierno cree que la situación en Cataluña ha experimentado "un avance" si se compara con el año pasado y, pese a las "piedras en el camino" que le ponen, insistirán en "sustituir" las emociones en la calle por la razón.
Así lo ha asegurado la ministra de Educación y portavoz, Isabel Celaá, apuntando que la manifestación de este jueves frente a la Consejería de Economía en Barcelona -en conmemoración del primer aniversario de la protesta que derivó en el encarcelamiento de los presidentes de ANC y Òmnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart-, fue menos multitudinaria que la del año pasado.
"No estamos como el año pasado"
"Son las emociones en la calle", ha comentado Celaá al respecto. El Gobierno aspira a que tras las emociones surjan las "razones". "En ello estamos", ha manifestado. Y es que Celaá está convencida que en Catalunya se da "un avance".
"No podemos decir que este mayo, junio u octubre es como el pasado", ha destacado la portavoz, que valora el hecho de que la Generalitat esté participando en algunas conferencias sectoriales que periódicamente mantiene el Ejecutivo central con las Comunidades Autónomas.
El pasado julio, por ejemplo, Cataluña participó en una de Educación, presidida por la propia Celaá. Sin embargo, todavía no se ha incorporado al Consejo de Política Fiscal y Financiera, aunque anuncia que lo hará en el grupo que trabaja sobre la reforma de la financiación autonómica.
Un proyecto para "nacionalistas y no nacionalistas"
Celaá ha destacado el funcionamiento de los grupos de trabajo de la Comisión Bilateral reactivada entre el Estado y la Generalitat. Y ha subrayado que no existe "otro camino" que el del diálogo iniciado por el Gobierno de Pedro Sánchez para avanzar.
La portavoz ha garantizado que el Gobierno insistirá en su determinación de mantener la interlocución con la Generalitat, con el objetivo de que el destinatario de su proyecto sea toda la ciudadanía de Cataluña, "los nacionalistas y los no nacionalistas".
"Acercamiento y buenas maneras"
En este sentido, ha destacado que no desistirá en su empeño pese a las fuerzas políticas que no desean que ambos gobiernos se entiendan, y que quieren poner obstáculos subiendo "la tensión" de sus discursos.
En opinión del Gobierno, la solución del problema que se vive en Cataluña requiere "mucho acercamiento, muchas buenas maneras y sustituir la emoción por la razón".
Sobre la polémica por los mensajes de una quincena de jueces tras el 1 de octubre, en los que muestran su animadversión hacia los líderes independentistas, Celaá ha apuntado que se trata de mensajes privados. Y, por tanto, "no deben ser objeto de consideración pública". A su juicio, estos mensajes no ponen en cuestión la "independencia judicial" en España.