Tras la Diada, el independentismo ha vivido su segundo día grande de este nuevo curso político con motivo del primer aniversario del asedio a la Consejería de Economía, que se saldó con detenciones y en algunos casos encarcelamientos preventivos de dirigentes independentistas. Ha sido una especie de demostración de fuerza.
Como hace un año, centenares de personas se han concentrado en la confluencia de la Rambla Catalunya y Gran Via, convocados por la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium. En esta ocasión ocuparon la fila cero el presidente de la Generalitat, Quim Torra; el vicepresidente Pere Aragonès, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, entre otros diputados y dirigentes secesionistas.
¿Qué fue de los días 6 y 7?
Y si los pasados días 6 y 7 de septiembre, el mundo separatista calló ante el aniversario de las sesiones parlamentarias en las que se aprobaron las leyes de ruptura, ahora está dispuesto a darlo todo en la calle ante la próximidad del 1 de octubre. Torra ha asegurado que la detención y el posterior encarcelamiento de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart --que el 21D lideraban estas entidades soberanistas y están en prisión preventiva-- "es una muestra más de las indecencias que hemos sufrido los catalanes". "Esto es una causa contra el independentismo y una farsa judicial del gobierno español", ha añadido, insistiendo que "es imposible que tengan un juicio justo".
Durante su intervención, el presidente de la Generalitat ha recordado que los hechos de hace un año supusieron "el momento de empoderamiento del pueblo de Cataluña para defender el derecho a la autodeterminación y nuestra toma de conciencia como ciudadanos libres. Los Jordis sólo trabajaron por la paz y la defensa del derecho a la autodeterminación ", ha concluido.
Durante el acto, el exdirigente de la CUP, David Fernández, y la chef Ada Parellada, leyeron la carta conjunta de Cuixart y Sànchez. En su escrito, aseguran que el archivo de la causa o la absolución es la única solución al conflicto, y prevén que ni tendrán un juicio justo.
"La perversión del Estado"
La actual presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha precisado que “no estamos conmemorando unos hechos, sino reivindicándolos” y ha agradecido que, pese a las detenciones de aquel día, “se cogió el timón del referéndum del 1-O”. Según Paluzie, el 20S fue el día “que comenzó la provocación” y la “perversión” del Estado “para construir el relato de la violencia. Cuando no la encontraron, se la inventaron”.
Por parte de Òmnium, Marcel Mauri, ha certificado que “juntos, hace un año, hicimos frente al golpe contra las instituciones democráticas. Nos plantamos y nos conjuramos para defender nuestros derechos”. Mauri ha acusado al estado de “hacer una radiografía de la violencia” que no pudo evitar “llegar al acto de desobediencia civil y de autodeterminación del 1-O”.
“¡Que retiren las acusaciones, si no serán cómplices con extrema derecha de Vox! Es un juicio político, una farsa que comenzó hace un año, pero han perdido y volverán a perder”, ha bramado el líder de Òmnium, quien ha instado a “salir al calle todas las veces que sea necesario”.