Crisis interna de enorme envergadura. El PDeCAT salió muy tocado de su congreso del pasado mes de julio, con la decisión de Carles Puigdemont de prescindir de Marta Pascal, como coordinadora general. Ahora comienzan a producirse las primeras bajas. La primera es la de la exportavoz del partido, Maria Senserrich, que abandona el PDeCAT para iniciar “una nueva etapa profesional”.
Lo ha explicado sin complejos el actual presidente del PDeCAT, David Bonvehí, designado por Puigdemont, quien le ha agradecido el compromiso adquirido hasta ahora, y ha asegurado que el partido cuenta con un “gran equipo”, y que “ahora, en todos los lugares donde estamos presentes, todo el mundo continua en su sitio”.
Guerra Nogueras-Bonvehí
Pero eso podría cambiar en breve. El malestar es enorme, después de lo sucedido esta semana, con la retirada de una moción acordada con el PSOE en el Congreso, y tras la decisión de la vicepresidenta del PDeCAT y diputada, Míriam Nogueras, de obligar al diputado Carles Campuzano a retirarla casi el mismo día de votarla en la cámara parlamentaria,
Lo que se está produciendo ahora es una batalla entre Nogueras y el propio Bonvehí para situar las piezas respectivas en el territorio y de cara a las elecciones municipales.
Puigdemont y la Crida
Senserrich, que era la cara visible del partido, y el contacto con los medios de comunicación, deja el PDeCAT al no vislumbrar un futuro claro, y con la sensación que, a la espera de alguna reacción interna, el partido acabará con una parte más del movimiento que prepara Puigdemont, Crida Nacional per la República.
La propia Senserrich ha asegurado que ahora quiere estar con su familia, y que necesita tiempo para ver qué pasos da, después de estar comprometida políticamente en los últimos años con el PDeCAT.