El activista de los CDR Adrià Carrasco defendió este jueves su inocencia tras haber sido acusado por la justicia española de presuntos delitos de rebelión y terrorismo por diversos altercados ocurridos la pasada Semana Santa.
El joven huyó a Bruselas (Bélgica), donde hoy ha explicado las razones de su marcha junto a su abogado Christophe Marchand, miembro a su vez del equipo jurídico de Carles Puigdemont, los cuatro exconsellers de la Generalitat fugados tras el 1-O, y el rapero Valtònyc.
Acusación "injusta"
"Me acusaron injustamente por participar en acciones multitudinarias y de desobediencia civil no violenta. Y he elegido el exilio porque es una buena forma de seguir luchando y de demostrar la represión del Estado español", explicó.
La Audiencia Nacional incluye a Carrasco dentro de la 'operación Cadera'. Una investigación por varios sabotajes de los CDR ocurridos en Cataluña durante la pasada Semana Santa, como cortes de carretera y la apertura de barreras de autopista.
Cinco meses de fuga
El joven, de 25 años y vecino de la localidad barcelonesa de Esplugues, se escapó de España tras saber que la Guardia Civil estaba registrando su casa el pasado 10 de abril. Desde entonces, está en búsqueda y captura.
El activista espera que se le retiren los cargos de terrorismo y su caso pueda pasar de la Audiencia Nacional, donde se encuentra actualmente, a un tribunal ordinario de Cataluña. Algo que ocurriría si finalmente se le juzgara solo por "desorden público", según Marchand.
Su abogado, en cualquier caso, matiza que "todavía hay una discusión y no está claro qué va a pasar". Y alerta del peligro de la actual "tendencia" de considerar las actividades de determinados movimientos sociales como terrorismo. La defensa de Carrasco permanece a la espera de si las autoridades españolas tramitan una euroorden contra él, aunque confían en esto no suceda.
"Me usan para atemorizar a la población"
El joven defiende la "legitimidad" de la jornada del 1-O, y denuncia que el Estado ha actuado con "censura, boicot y mucha violencia". En su opinión, la "intención del Estado es utilizarme como cabeza de turco para atemorizar al resto de la población".
Carrasco ha insistido en que los CDR "no son terroristas ni gente violenta". Por eso, considera desmedida la acusación: "La rebelión no se entiende sin violencia, y buscan esta violencia en los CDR", sostiene. Hasta que no se rebaje la acusación, dijo que su intención es "seguir luchando contra un Estado fascista".
"Soy uno más"
"Mi papel fue el mismo que el de centenares y miles de personas, no soy nadie especial, soy uno más y me han elegido arbitrariamente. Podría haber sido yo o cualquiera de los compañeros", denunció durante una comparencia ante los medios en la sede en Bruselas de la Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO, por sus siglas en inglés).
En la misma operación en que iba a ser detenido, fue arrestada Tamara Carrasco, considerada presunta coordinadora de los CDR. La joven pasó a disposición de la Audiencia Nacional, y quedó en libertad con cargos y con prohibición de salir de Viladecans (Barcelona).